De cada uno de mis viajes, me quedo con postales, imágenes, personas que llevo siempre conmigo, aún en la distancia. París tiene varios rincones que me suenan familiares, hermosos, mágicos, pero de todos esos lugares me quedo con uno, al cual fui en las dos oportunidades que visité París. Es la librería Shakespeare & Co, donde se respira arte y es posible escuchar el sonido de aquellas viejas máquinas de escribir.