Por: Ascenso Rock
Los de Caseros perdieron puntos el último domingo y sus tres perseguidores ganaron para dejar la zona al rojo vivo. En #AscensoRock vivimos el triunfo del “Team” de Caruso Lombardi ante Almirante Brown. Ahora, “Lecheros” y “Matadores” se ven las caras en Ezeiza y los de Campana tienen fecha libre. ”Funebrero” al acecho…
La Zona A de la B Metro saca chispas y en las últimas siete fechas, cuatro equipos pelearán por el ascenso al Nacional B, pero para esto deberán superar varios obstáculos que no serán fáciles de atravesar. El equipo sensación es, sin dudas, Estudiantes de Buenos Aires. Aunque en las últimas fechas el que más llama la atención es Villa Dálmine, que en silencio sueña con ascender.
Los de Caseros, con un plantel humilde, sin nombres rutilantes pero bien armado, supieron encontrar la manera de hacerse fuertes para realizar una gran campaña y ubicarse primeros. Al mismo tiempo que en la Copa Argentina quedaron en las puertas de una nueva hazaña. Fueron el club de la tercera categoría que más lejos llegó en el certamen y estuvieron a minutos de eliminar a Argentinos Juniors en cuartos de final, hasta que apareció Juan Román Riquelme.
El pincha de Caseros sabe a lo que juega y deberá olvidar rápido el traspié ante el bicho de La Paternal, ya que sus seguidores se encuentran al acecho y un paso en falso, podría dejar al club de Caseros sin chances.
Debajo y al acecho, se encuentra Tristán Suarez. De la mano de Caruso Lombardi y su gran cantidad de refuerzos el lechero, dejó de ser un equipo más para transformarse en la vedette de la Metropolitana a la que todos quieren ganarle. Caruso le dio su toque característico y Suarez se encuentra a un solo punto del líder Estudiantes, rival al cual enfrentará nada más y nada menos que este fin de semana. En un abrir y cerrar de ojos, los de Ezeiza pasaron de pelear el descenso a estar a un paso del ascenso y llegar por primera vez en su historia a la Segunda Categoría de nuestro fútbol.
Llega el final del torneo y los corazones se aceleran, las ansiedades aumentan con el correr de los segundos y ningún hincha puede evitar pensar en un posible ascenso, dar la vuelta, festejar con los suyos y codearse con los de arriba, esos que están a un pasito de la elite del fútbol argentino.
La B Metro vive momentos definitorios y apasionantes, pero no solo Estudiantes y Tristán están en la lucha, sino que Villa Dálmine, en silencio rompió todo tipo de pronóstico y con nueve victorias, dos empates y tres derrotas se coloca a un punto del líder y se esperanza con volver al Nacional como en 1989 cuando el “viola” llegó a la segunda categoría para quedarse hasta 1993. Los de Campana, en poco tiempo, se ganaron el respeto de la tercera división y hoy, dos años después de su ascenso a la Primera B, vive un presente inmejorable.
El cuarto equipo en discordia, es Chacarita Juniors. El conjunto de San Martín que se armó con artillería pesada para este campeonato de transición, encontró en los últimos partidos el engranaje perfecto para que el funebrero no pare de sumar, llevando de esta manera siete partidos invictos con cinco victorias y dos empates.
Las victorias en los clásicos ante Atlanta fueron un empujón anímico tanto para el plantel, como para su gente que ve la tabla y sabe que el objetivo propuesto desde el 2012, cuando bajó de categoría en manos de Chicago, está al acecho, más aún sabiendo que el tricolor deberá enfrentar al líder en apenas dos fechas, y luego en la última recibirá en su casa a Dálmine.
De la mano de jugadores como Víctor Zapata, Damián Manso, la “Chanchi” Estevez, los de San Martín aportaron experiencia para jugadores que tienen potencial para explotar como Facundo Melivilo, Maximiliano Paredes, Cristian Guanca, entre otros. De esta manera, San Martin sueña y no duerme, al igual que Caseros, Campana y Ezeiza, ciudades, barrios, esquinas que desbordan de ilusión en este final apasionante. La suerte está echada y sólo de ellos depende saber usarla…
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