Por: Ignacio Damonte
Nadie se imaginaba un arranque así de la final de la conferencia Oeste. Primero porque San Antonio venía de una serie muy dura ante Warriors y tenía incógnitas a futuro. Segundo porque Memphis había eliminado a Oklahoma y era la sensación de los Playoffs con su defensa de primer nivel. Pero los Grizzlies hicieron todo mal, permitieron que los Spurs tomen confianza como nunca y cayeron categóricamente.
El primer cuarto fue la antesala de lo que sería el resto del partido. En esos primeros 12 minutos ambos equipos mostraron sus cartas. Los de Popovich salieron encendidos, metiendo todo lo que tiraban y dejando en ridículo a la defensa del equipo de Hollins, conocido como el mejor en ese departamento en la liga. De ahí en más el ritmo favoreció en todo sentido al local.
31-14 terminó ese parcial para los texanos. Y fue aquí donde se vieron algunas de las claves que les presenté en la previa. San Antonio sacó provecho de su excelente rotación del balón en ataque y en defensa le mostró su cara más reacia a Gasol y Randolph. De a poco fue controlando a los que son el termómetro de Memphis: si ellos dos tienen una noche discreta, el equipo no tiene muchas más armas para ganar un partido.
Tony Parker (20 puntos, 9 asistencias) se adueñó del ritmo. El sólo se encargó de dejar expuestas las equivocaciones. La ofensiva pasó por sus manos y con el trabajo en pareja junto a Duncan, las habilitaciones a Green o Bonner o sus penetraciones punzantes controló todo. Ayudaba que su equipo no falló prácticamente en el inicio y Memphis no encontró la brújula, cometiendo errores infantiles en ambos costados. El problema es que San Antonio hace pagar muy caro esos errores.
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San Antonio venció 105-83 a Memphis y tomó ventaja en la final de la Conferencia Oeste
El poderío interno, ese que dije en la previa que sería clave para los Grizzlies, no apareció. Marc Gasol (15 puntos, 7 rebotes) se conformó con tirar y nunca pudo acercar juego a Randolph (2 puntos, 1 de 8 en tiros). Zach tuvo que soportar las duras defensas de Duncan, Splitter y Diaw que no le daban respiro. Encima cada vez que podía, San Antonio lo doblemarcaba. Eso lo quitó del partido, no le permitió ser factor y se notó durante los 48 minutos de juego.
Tras el descanso los Grizzlies seguían cometiendo errores. Pero al menos en ataque conseguían puntos. Apareció Quincy Pondexter (17 puntos) en el tercer cuarto y con tres triples hizo olvidar la sequía de Gasol y Randolph. Por momentos Mike Conley (14 puntos, 8 asistencias y 4 rebotes), el base visitante, lograba filtrarse a la exhaustiva defensa anotando y habilitando a compañeros. Lograron reducir la clara ventaja inicial a seis.
Una muestra de la intensidad con la que jugaron los Spurs en defensa ante los Grizzlies
Fue ahí cuando el local apretó el acelerador. Un triple de Ginóbili (8 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias), otra asistencia del bahiense a Bonner (tuvo una noche memorable con 4 triples) y la mano caliente de Green (16 puntos, 3 triples) volvieron a estirar la diferencia a una inalcanzable. Parker volvió a hacer de las suyas y la banca de SA superó ampliamente a la de Memphis.
Los últimos minutos del tercer período, así como todo el cuarto, estuvieron prácticamente de más. Los Spurs se florearon tirando de todos los ángulos, mientras que Memphis permanecía muy apático en defensa y sin respuestas en ofensiva. Una de las cosas que analicé en la previa, la falta de armas en ataque de los Osos, se cumplió en este primer partido y debieron luchar mucho para poder poner puntos en el marcador.
Algunos números que quedaron en el final acentúan la clara victoria de San Antonio. Le peleó la batalla de los rebotes a Memphis (perdió 33-35), un ítem fundamental para los Grizzlies que viven de las pelotas divididas y los rebotes ofensivos. Tuvo 28 asistencias en 40 tiros convertidos, confirmando que la infalible rotación de balón es su marca indeleble. Y por último tuvo porcentajes de tiros de otro planeta: de dos encestó más del 50 por ciento (52,6 %) mientras que de tres rompió el récord de la franquicia en playoffs en cantidad de triples (14), cerrando con 48 por ciento de efectividad.
San Antonio hizo desaparecer a Zach Randolph, que erró mucho y no fue factor
No se dejen engañar. Este encuentro no marca una superioridad enorme de San Antonio; la paridad con Memphis sigue siendo la misma. Incluso por momentos los Grizzlies deberían quedarse satisfechos, ya que con una mala noche de sus figuras logró estar cerca. Randolph no anotará 2 puntos en todos los partidos, de hecho apuesten ciegamente a que saldrá a recuperar su valía en el próximo partido.
Popovich y los suyos cerraron una noche perfecta. Todo lo que debían hacer para ganar lo hicieron, y muy bien. Se quedaron con el primer triunfo y dejaron un mar de dudas al coach Hollins. Volverán a encontrarse el martes, otra vez en cancha de los Spurs.