Por: Ignacio Damonte
El campeón triunfó en el primer juego de las finales del Este. No fue tan fácil como todos anticipaban, sino que tuvo que batallar en tiempo extra para arrancar ganando en casa ante Indiana. Los Pacers hicieron practicamente todo bien, aunque en el final una decisión de su entrenador les impidió dar el batacazo.
Desde el año pasado que Indiana está esperando tener revancha contra Miami. En los playoffs del 2012, cayó 4-2 en la segunda ronda, pero dejó la sensación de tener las armas para asustar al que a la postre sería campeón de esa temporada. El Heat ahora se los encuentra en la final del Este, y la intensidad no podría ser mayor.
El primer juego fue un trhiller que se definió en los último segundos, con LeBron James como gran héroe. En la previa muchos se animaron a decir que esta serie era fácil para el campeón. Para distintos especialistas el Heat ganaría sin problemas en 4 o 5 partidos. En parte es cierto, el poderío de la máxima estrella de la liga, sumado al aporte invalorable de Bosh, Wade y una banca profunda lo demuestra. Mi duda no es cómo se desempeñará Miami, sino cómo lo hará Indiana.
Cada posesión pasará a ser clave para los Pacers. Un error en el costado ofensivo puede desembocar en rabiosos contrataques de James y compañía. Una decisión desacertada del coach Vogel, también puede volcar la balanza. En el final veremos qué hizo el DT y porqué podría haber cambiado el curso de la serie.
Miami tiene a LeBron James y parece que será la única diferencia en la serie.
La paridad es tal que durante los cuatro cuartos y el período final de la prórroga, ningún equipo sacó una diferencia mayor a 10 puntos. Estuvieron cabeza a cabeza durante 53 minutos, repartiendo el liderazgo en el marcador constantemente.
El partido arrancó con muchos errores de Indiana. Antes del primer minuto pedido por el técnico ya había perdido el balón cinco veces, y eso, contra el Heat, es la pena de muerte. Así y todo, con la fuerza en los rebotes y el machaque interno de David West (26 puntos) y Roy Hibbert (19 puntos), los Pacers se mantenían cerca. Tampoco ayudaba el frío arranque de Paul George, que apenas sumó un gol de campo en los primeros 24 minutos.
En el segundo cuarto, Miami entró en una de esas lagunas que suele tener. Perdió varias pelotas, bajó los brazos en defensa, se desconcentró e Indiana pegó el zarpazo para irse al descanso arriba en el marcador.
Parece que en el vestuario el coach Erik Spoelstra le dio un buen discurso a los campeones. O al menos los despertó, porque salieron dispuestos a tomar control del juego. Clavaron un parcial de 12 puntos en fila y pasaron al frente. En ese sprint, LeBron fue se destacó con un triple, una potente volcada y asistencias a los internos cada vez que lo doble marcaban.
Indiana puede darle pelea al Heat, pero deberá estar 100 % concentrado todo el tiempo
El único factor que impidió que el partido se torne irremontable para la visita fue la batalla en los rebotes. Tyler Hansbrough, saltó desde la banca y con 10 puntos en 12 puntos, más 6 rebotes (3 ofensivos) dio confianza a los suyos. Aún no nombré a los bases de Indiana, George Hill (5 puntos) y Lance Stephenson (7 puntos), y es porque no aportaron nada. Apenas 4 aciertos en 19 tiros combinado para la dupla de bases. Sin embargo, los Pacers seguían ahí.
El último cuarto fue punto a punto, cada segundo cobró vital importancia. Los Heat se mantuvieron en partido gracias al buen juego en ataque. LeBron cada vez se entiende mejor con un compañero, ese es Chris Andersen. El pivot de corte mohak se mueve perfecto cada vez que James ataca la canasta, aprovechando las descargas. Así sumó 18 puntos y fue un enorme contribuyente a la causa local.
Los segundos finales fueron infartantes. Miami sacó ventaja de dos, y tenía a Ray Allen, uno de los mejores tiradores de libres, en la línea para definir el partido. Increíblemente falló el primero y le dio esperanza al rival. Tras el tiempo muerto, apareció Paul George (27 puntos) para clavar un triple desde muy lejos y forzar el tiempo extra. Cinco minutos más de acción.
Siguieron intercambiando canasta tras canasta y llegaron al último minuto empatados. George consiguió el doble y la falta, puso ventaja de tres para los suyos. En la jugada siguiente el Heat falla, pero aparece para salvarlo con el rebote Bosh, que también anota y recibe infracción para empatar otra vez el partido.
http://youtu.be/qC7g9n0edW0
Miami ganó en los segundos finales con dos conversiones “fáciles” de LeBron (101-99)
Les mencionaba al comienzo que Indiana no puede cometer errores, que tiene que jugar perfecto para eliminar a Miami. Hizo el partido ideal, pero en las últimas dos posesiones el entrenador tomó la decisión de dejar afuera a Hibbert, su centro taponador. Por un lado es lógico, porque su rival tiene más tiradores, incluso en su hombre grande, Bosh, y necesitaba velocidad en las cortinas para cambiar. Al no estar Hibbert, Vogel se jugó por un esquema. Eso permitió que LeBron James explote con su primer paso y así anote sin nadie que lo moleste debajo del aro. Está claro que el DT eligió no jugar con el pivot para tener más velocidad de piernas y cobertura en los tiradores. No le salió. En las últimas dos jugadas, el Rey James terminó siendo el héroe salvador con dos penetraciones fáciles en su diccionario. Cerró con un triple doble (30 puntos, 10 rebotes, 10 asistencias)
Sepan que esto no va a ser pan comido para el Heat. Indiana tiene con qué darle pelea. Quizás necesite de una concentración infalible y algo de equivocaciones del rival, pero dará batalla, y de la encarnizada. El viernes tendrá una segunda oportunidad de demostrarlo.