No sé cómo tengo a Laura en Facebook. Pero ella pone todo el tiempo cosas que me gustan, y parece que a ella le pasa lo mismo con algunas cosas de mi muro.
Pone cosas que entiendo, el guiño.
Para ella yo soy “la chica de las bicicletas”. Una vez me escribió por mensaje privado que se iba a comprar una bici y me pedía que le recomendara cuál, cómo y dónde. Yo le contesté un mensaje re largo y que si prefería hacía de Personal Shopper.
Nos encontramos entonces un día en Colegiales. La trajo el marido en auto. Vino también Shimy, sacó fotos para la revista que yo estaba haciendo: Álbum.
Recorrímos la primer bicicletería de barrio, una combinación de antigüedad y restauración. Era un sábado de verano, temprano, muchos vecinos adentro, bicicletas colgadas en el techo, a los costados, afuera tomando sol. Un lugar re lindo.
Después seguimos recorriendo otros lugares más modernos. Yo le aconsejaba que sea una bici en la que pueda ir derecha, que el manubrio sea largo, para no encorvarse. Otros requisitos importantes para mí son un asiento cómodo, acolchonado, el caño bajo, y que sea liviana. Las playeras son siempre mis favoritas. Pero hubo una bici último modelo que nos terminó convenciendo a las tres (también a la fotógrafa).
Igual Laura dijo que mejor lo pensaba unos días. Cuando nos despedimos me regaló sus libros de poesía.