Por: Sebastián Sette
El periodista, escritor y fotógrafo Dick Waterman dijo una vez: “Si el Blues fuese un océano y lo vaciáramos en un lago, después en un estanque, en una cubeta, en un vaso y finalmente en una gota de agua, la esencia que se obtendría sería Son House”. Creo que nadie podría haberlo expresado con tanta certeza.
Eddie James Jr., mas conocido como Son House llegó al mundo para salvarlo un 21 de marzo de 1902 (algunos dicen que nació en 1886), y pasó su infancia en la maravillosas tierras de Clarksdale, Mississippi y Riverton, Louisiana. Uno de los pioneros en el uso del Bottleneck (Slide) en la guitarra, que junto con una técnica vocal tan violenta parecían ser una extensión de su ira.
Lo curioso del Sr. James es que comenzó a buscar el amor en la palabra de Dios, siendo así un predicador efusivo y rabioso lleno de ansias de ayudar al prójimo. Lo que no sabia aun era que ese no era el camino a tomar. Con el tiempo se dio cuenta de que la iglesia no estaba colaborando con la búsqueda del amor y fue entonces cuando se topó con el Blues, con una vida llena de hermosas contradicciones a lo que la iglesia lo tenia acostumbrado.
Al cumplir veinticinco años Eddie tuvo un altercado en donde había involucrada un arma, una muerte y blues. Paso dos años en la cárcel por haber matado (supuestamente en defensa propia) a un muchachote que quiso tener un lío con él.
Este “ser humano“ con demasía de talento empezó a codearse con gente de su calaña, logrando así tocar junto a Charly Patton, Willie Brown y hasta con el mismísimo Robert Leroy Johnson, siendo esta la primera vez en la que realmente se cruzo con Dios, y no años anteriores como se lo había dicho la Iglesia.
Grabó un puñado de canciones para algunos sellos raciales junto a Alan Lomax (del cual hablaremos en un futuro cercano), pero algunas de estas pasaron desapercibidas sin mucho éxito. Es ahí cuando decide volver a su querida Mississippi para ganarse el pan como conductor de tractores en las plantaciones de algodón y también como conductor de ferrocarriles en la ciudad de Nueva York. Yo creo profundamente que obtuvo estos empleos para absorber la sabiduría que emanan esas tierras y llenarse de melancolía en la soledad de las vías del tren, ambos culpables de su posterior triunfo. Pasaron casi treinta y cinco largos años para que Son House pudiera grabar algunos éxitos y obtener el nombre que tanto se merecía.
A comienzos de 1964 el Blues estaba teniendo su segunda chance, en parte gracias a las bandas del Reino Unido. Es entonces cuando Dick Waterman va a buscar a Eddie a la ciudad de Nueva York. Comienza a tocar en festivales importantísimos, sale de gira por Europa y por todo Estados Unidos, graba algunos éxitos para la compañía CBS y por fin su nombre toma el tinte que se merece. Son House era un Bluesman.
Pero llegó el día en que toda esa ira que lo hacía cantar y expresarse por medio de su voz, desembocó en un cáncer de faringe y se llevó a un grande de la música contemporánea. Son House encontró el amor en el Blues, y yo le estoy eternamente agradecido por eso.
Vivió su vida en busca del amor verdadero hasta que logró encontrarlo, y solo alguien como él puede expresarlo tan bien como en estas palabras: “Solo hay un tipo de Blues, y es el que surge entre el amor de un hombre y una mujer. He estado casado cinco veces, ¡cinco veces! Así que conozco bien lo que quiere decir BLUES”
http://youtu.be/NdoGwVNKpGE
- Recomendación de la casa:
Dave Specter (toco junto a Hubert Sumlin, Buddy Guy, Junior Wells, entre otros) se presentará el sábado 10 de Noviembre 21.30 hs en Notorious, Callao 966. Entradas en venta por sistema Ticketek.