Sin baterías: ¿La conspiración de Rosetta?

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SIN-BATERIAS

El módulo Philae dejó de funcionar, se quedó sin baterías. Al menos esa es la explicación oficial de la Agencia Espacial Europea. Al mismo tiempo, en sitios de noticias, blogs y redes sociales, las voces del descreimiento se han levantado una vez más y preguntan: ¿qué es lo que pretenden esconder?

Las conspiraciones tienen fervientes defensores y detractores. Siempre que nos preguntamos por la existencia de asociaciones de personas que complotan con tal o cual fin, se habla de conspiraciones corporativas, gubernamentales, de organizaciones clandestinas y no tanto, de acumulación de poder y de veda informativa. Se habla, y tanto, que hemos perdido la confianza en nuestros representantes… ¿o será que ellos mismos se han encargado de que lleguemos a este punto?

La pregunta puede quedar para el lector, pero las respuestas están en algún punto intermedio del debate de todos, tanto los que nos acariciamos la barba en los medios buscando un norte, como de las señoras que se reúnen los domingos a despotricar por los precios de la semana. Todos, en algún punto, sospechamos que nos están vendiendo historias oficiales confeccionadas para dejarnos tranquilos. Algunos arriesgan más y hablan de conceptos como el del famoso Gran Hermano de Orwell y de doctrinas del shock o adormecimiento de masas. Otros prefieren aceptar lo que viene, como viene, y ocuparse de otros asuntos.

Así las cosas, muchas veces pienso que me gustaría pertenecer al segundo grupo y pasar los días con un poco más de inocencia y un poco menos de sarcasmo. Pero… entonces suceden estas cosas.

“EL MODULO PHILAE SE HA QUEDADO SIN BATERIAS”.

Tal cual la realidad de los titulares, la faraónica misión de una década se ha quedado medio muda unas horas después de completarse. Rosetta, la sonda que desplegó el módulo que terminó sobre el cometa, seguirá funcionando, pero Philae, el aterrizador, ha caído en una zona rocosa y oscura, lo que no le permitiría recargar sus baterías con luz solar, razón por la cual se ha puesto a reposar como esos conejitos que no usan las pilas recomendadas en la famosa saga de publicidades.

El primer grito ha sido de decepción. El mundo científico lamentó tamaño fracaso aunque desde la ESA se apresuraran a destacar el “enorme logro científico” de la misión. Y hay que reconocerlo, el hecho de llegar a un cometa y descender en su superficie es mayúsculo, pero pienso que todos esperábamos un poco más.

El segundo grito ha sido el de descreimiento. Cientos, miles de periodistas, blogueros, peatones, fanáticos de las conspiraciones y hasta investigadores OVNI han apuntado sus miras a la manipulación de la información… y no puedo culparlos.

Resulta curioso que una misión desarrollada con una década de antelación sufra un fallo que termina por incomunicarla. Según las versiones oficiales, el módulo Philae rebotó tres veces hasta posarse sobre el cometa Churiúmov-Guerasimenko, quedando a un kilómetro de la posición ideal para la recarga de baterías. Para la ESA esta es una explicación más que suficiente pero la realidad es que así como el famoso “Lunagate”, donde se acusa a la NASA de no haber llevado astronautas a la Luna, este tema del silencio despierta suspicacias. «Y razones siempre hay», diría mi amigo Santi Camacho, aunque en este caso no pasan —todavía— de las especulaciones.

La primera razón que se rumorea es la fotografía que muestra al modulo Philae en una zona bastante iluminada del cometa. No soy científico ni me corresponde hacer un análisis, pero ya son varios los que alarman sobre lo que vemos debajo: Philae se encontraría a plena luz del sol.

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Entre lo que he podido recoger, una de las versiones más fuertes habla del hallazgo de algo valioso, económicamente hablando. Pero la que más resuena es la hipótesis del hallazgo de “algo” extraterrestre. Sobre todo tras las declaraciones de la especialista en Ingeniería Espacial de la ESA Amalia Ercoli-Finzi, quien diseñó el taladro de la Philae: “Pequeñísimos fragmentos de elementos de vida podrían, desde un cometa, haber llegado a la Tierra. La vida, con su belleza, viene desde fuera. Es un regalo que nos han traído estos mensajeros que han llegado hasta nosotros. ¿Quién sabe de donde venimos? ¿Desde estrellas lejanas? Ciertamente la vida en el universo existe y ha llegado hasta nosotros. Con esta misión podría revelarse que somos hijos de las estrellas”.

HOUSTON: NO ES UN COMETA

Una de las historias más viejas sobre los cometas —encuadradas dentro de los mitos espaciales— es que algunos serían objetos teledirigidos por civilizaciones extrañas. Dentro de este contexto y fiel a la tradición de correos electrónicos emitidos por supuestos científicos arrepentidos, acaba de aparecer un comunicado anónimo aseverando que: “No se les ocurra ni por UN MOMENTO que una Agencia espacial va a decidir gastar billones de dólares para construir y enviar una nave espacial a un viaje de doce años para simplemente tomar unas fotos cercanas y aleatorias a un cometa perdido en el espacio”. Pero el tema se pone rimbombante cuando este mismo correo asevera: “El cometa 67P no es un cometa”.

Según sigue la historia, la NASA habría comenzado a detectar unas señales de radio, hace no menos de veinte años, y vendrían directo de la zona donde se mueve el 67P. Esta “fuente interna” incluso asegura que muchas de las fotografías externas del cometa (que no sería cometa) muestran “maquinarias y partes de elevaciones en el terreno que son antinaturales”.

SEAMOS SENSATOS, CONECTEMOS LOS APARATOS

Sea que fallaron las baterías o que se gestó una conspiración para ocultar la confirmación de vida extraterrestre, para ocultar el hallazgo de minerales valiosos o datos estratégicos clave a la hora de plantear una nueva carrera espacial (en un mundo que parece dirigirse a una segunda Guerra Fría), lo cierto es que usted y yo nos quedamos como siempre: desorientados y  en taparrabos.

La información fluye, es verdad. Internet medio que garantiza las opciones de hallar datos acorde a lo que uno espera leer o escuchar, pero la realidad es que estamos técnicamente ciegos.

¿Por qué? Bueno, eso es simple mi amigo, no existe manera de que usted o yo, desde el patio de la casa, podamos elevar la vista al cielo y confirmar, siquiera, que la sonda Rosetta haya llegado a destino.

Fernando Silva Hildebrandt.

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Fuente: http://www.abc.es/ciencia/20141115/abci-philae-rosetta-cometa-amalia-201411142239.html