Dicen que siempre hay un roto para un descosido. Hasta para personalidades como la de Antoine. Este cuarentón, depresivo y farmaco-dependiente, deja plantada a la banda donde canta en el medio de una actuación. No parece tener adonde ir. Así como está, con aspecto de no haberse cruzado con un jabón en varios días, se presenta en una oficina de empleo y consigue un puesto de conserje en un típico edificio parisino, de esos con un gran patio en el medio. Así comienza la nueva película del tunecino Pierre Salvadori, titulada, justamente, En un patio de París.
El parco Antoine (Gustave Kervern) no tardará en toparse con algunos de los personajes típicos que el cine retrató en películas “de vecindad” (un guardia de seguridad fanático religioso, un vendedor de bicicletas fumón, un paranoico que oye ruidos todo el tiempo) y se involucrará con sus problemas. Pero Antoine se sentirá más a gusto con Mathilde (Catherine Deneuve), esposa del administrador del edificio y emocionalmente inestable, a tal punto que su marido quiere internarla. Quizás porque se trata de dos almas solitarias, de espaldas a la “gente común”.
Algunas de las situaciones que suceden pueden resultar absurdas e incluso arrancar alguna sonrisa, pero a En un patio de París le cuesta levantar vuelo. Sólo la química -una amistad algo tosca y simbiótica- entre Kervern y Deneuve empujan una película que empieza como comedia pero deviene en tragedia (las circunstancias no las vamos a adelantar aquí). Al igual que las grietas del edificio con las Mathilde se obsesiona, En un patio de Paris tiene algunas resquebrajaduras que, si bien no presentan peligro de derrumbe, afectan la estructura final de la película.
En un patio de París se estrenó ayer jueves en las siguientes salas:
Lorca
Bama
Atlas Patio Bullrich
Village Recoleta
Artemultiplex
Multiplex Belgrano
Cinema City Gral. Paz
Showcase Belgrano
Arteplex del Parque
Showcase Norte
Village Pilar
Cinema Paradiso (La Plata)
Cines del Paseo (Mar del Plata)
Del Centro (Rosario)
Showcase (Córdoba)