Por: Agostina Fasanella
“Creer y crear están solo a una letra de distancia”
El poder de las visualizaciones
Todas las cosas son creadas dos veces, la creación física sigue a la creación mental. Por ejemplo, una casa es creada en la mente del arquitecto que la visualiza y luego en los planos, todo esto sucede antes que se toque el terreno.
Los deportistas de elite saben que visualizar es su mejor arma: “Nunca tiré una pelota, sin tener en mi cabeza una imagen muy clara y focalizada del tiro”, escribe el famoso golfista Jack Nicklaus en su libro “Golf My Way”. Para Lee Evans, campeón olímpico de los cuatrocientos metros y autor de una marca mundial, el éxito de las Olimpíadas de 1968 implicó visualizar cada paso de la carrera, corrigiendo puntos débiles de cada paso que dio. El físico-culturista y gobernador de California, Arnold Schwarzenegger afirma que cuando tiene una imagen de un músculo en particular, al momento de tensarlo, el beneficio para ese músculo es diez veces mayor del que lograría si su mente estuviera distraída.
Científicamente, el cerebro es tu “ordenador central”. Controla todas las funciones de tu cuerpo, tanto las conscientes (caminar, correr, leer) como las inconscientes (la respiración, los latidos del corazón, la digestión, etc.).
Cuando sucede algo, el cerebro da las órdenes pertinentes al cuerpo para responder adecuadamente a lo que está sucediendo: segregar adrenalina, salir corriendo… Esto pasa tanto cuando el suceso es objetivo como subjetivo: cuando imaginás que algo va mal, el cerebro ordena al cuerpo la respuesta adecuada para ese evento como si estuviera ocurriendo realmente. Es por esto que el estrés afecta tanto.
Pero más allá de una respuesta física, el cerebro programa una respuesta psicológica. De acuerdo con la información que tiene, el cerebro programa una pauta de conducta: te comportás de una manera y, según cómo te comportes, obtenés los resultados que deseás o los que no querés.
Al visualizar, el cerebro programa la pauta de conducta adecuada a esa visualización, y esta pauta te lleva a los resultados. De vos depende que esa visualización que crees sea la que más te beneficie.
Si tenés una visualización creativa de salud, prosperidad, energía o felicidad, es lo que obtendrás.
La visualización creativa no es más que tu imaginación aplicada a cualquier objetivo que desees lograr.
Es como cuando soñás despierto: te imaginás o te proyectás en un lugar en el que deseas estar, por ejemplo, en la montaña, en la playa, en otro país… O cuando te anticipás mentalmente a una situación, por ejemplo, cuando tenés que hacer una presentación en el trabajo, o vender algo y te imaginás haciéndolo antes de que realmente suceda.
La visualización creativa es aquella en la “creas” una realidad subjetiva, que no has vivido antes.
Es este tipo de visualización creativa es la que te ayuda a conseguir tus objetivos, ya sean referentes a la salud, a la prosperidad, a la mejora de tus relaciones o a cualquier campo en que la quieras aplicar.
Cómo visualizar? (algunas sugerencias)…
- Lo ideal es que puedas sentarte o acostarte cómodamente en un lugar que te resulte agradable y que puedas disponer de 15 minutos sin que nada ni nadie te interrumpa. – Con los ojos cerrados respirar desde el abdomen de manera regular, lenta y profunda, hasta lograr un estado de plena relajación.
- Cuando se llega a la relajación dirigir tu mente a:
a. Corregir las áreas de tu vida que no funcionan como quisieras, por ejemplo si deseas corregir el estrés visualizá que estás en un lugar paradisíaco donde no tengas ningún tipo de preocupación, donde todo sea bello y tranquilo. Oliendo, oyendo y sintiendo todo a tu alrededor.
b. Avanzar hacia tus metas, en este caso hay que visualizarte ya alcanzando esa meta que te has señalado, sintiéndola y disfrutándola, y lo más poderoso, ¡sintiéndote agradecido por haberla logrado!
c. Atraer objetos, personas, etc. deseadas: por ejemplo, esa casa tan anhelada, paseándote por dentro de las habitaciones, oliendo las flores de su jardín, yendo a la cocina, sentándote en el sofá.
- Es importante al visualizar tomarse el tiempo para detenerse en los detalles y ¡en lo que te hace sentir! Incluí no solo los pensamientos sino también las emociones y sensaciones para hacerlo más real y vivencial.
- Finalizada la visualización, abrís los ojos y antes de incorporarte es importante tomar unos minutos para tomar verdadera conciencia del lugar y el momento en que realmente te encontrás. Lo ideal sería repetir esta experiencia como mínimo una vez al día.
Y finalmente, contanos cómo te ha ido!
Gracias y hasta la próxima!
Agostina Fasanella
Y el Equipo de Liderarte Consultora
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