“No sé si hay un destino o si somos una pluma en el medio de la brisa” Forrest Gump.
Me despierto luego de soñar toda la noche que estaba en un examen de la universidad y podía dilucidar que no entendía porque tenía que volver a estar ahí si ya me había recibido. Me levante pensando en el pasado en esto que es parte de nuestra historia pero ya transcurrió y que no queremos volver, no porque le tememos sino porque simplemente no fue o ya no lo elegimos. Prendo la televisión y me encuentro hablando a nuestra presidente hablando de un pasado que ya fue y de un montón de otras cosas que no me interesa detallar mientras haya buenos y malos, siendo solo argentinos que amamos a nuestra patria por haber nacido aquí. Decidí ir a la playa en un día gris y allí mirando el mar veo volar, sutil y encantada una pluma blanca que aterriza en mis pies y me hace ver en un segundo lo importante de estar liviano. De ser pluma, de que nuestras mochilas del pasado sean despedidas para poder volar a donde nos lleve el viento. Con los ojos cerrados confiando en quienes somos y lo que hacemos o podemos dar a nuestro alrededor. El pasado existe pero no podemos estar apegados a él y sanando eternamente. Hay que poder decir basta y volver a empezar. Olvidar y aceptar son palabras que permiten continuar. Porque si no podemos disfrutar y jugar y ser felices, la vida pierde su magia. Frena e imagínate que sos pluma por unos instantes a donde irías, a donde viajarías, a quien besarías… sentite liviano, sintiendo solo a tu presente. Tal vez te des cuenta que estas completo o sino simplemente tendrás que volver a empezar y eso te hace sentir muy bien.