La Mirada

#ComunicacionNoVerbal

Nosotros los humanos reflejamos nuestras intenciones en la mirada, muchas veces hemos escuchado que los ojos son el retrato del alma, que aunque no digamos nada con las palabras, ellos reflejan lo que queremos decir.

En muchas oportunidades, las miradas, delatan y traicionan lo que no queremos comunicar.

El buen observador se puede dar cuenta que clase de miradas hay, ya que, las hay, alegres, tristes, misteriosas, seductoras, frías, expresivas, dulces, posesivas, penetrantes, falsas, agresivas, arrogantes, provocadoras, etc.

Nuestro cerebro para procesar, percibir y recordar lo que nos pasa en nuestras vidas utiliza imágenes, sonidos y emociones.

La neurofisiología comprobó que según hacia donde miramos, se activa las diferentes partes del cerebro donde se encuentran los sentidos.

El hemisferio derecho del cerebro maneja la parte izquierda del cuerpo y se domina de la memoria, el hemisferio izquierdo maneja la parte derecha y se domina la imaginación. Depende hacia donde dirijamos la mirada, activamos en el cerebro el campo visual, auditivo o emocional.

Cuando le preguntas a alguien de qué color fue su primer bicicleta, si es que la tuvo, para recordarlo va a mirar hacia arriba y hacia su izquierda, en cambio si pregunto que haría con cierta cantidad de dinero, va a mirar hacia arriba, pero, a la derecha.

Cuando le preguntamos si recuerda lo que le dijo su jefe en relación al aumento de sueldo o quizás tratando de recordar un tema musical, es muy probable que la mirada sea horizontal hacia su izquierda, pero, si le pregunto si se imagina lo que le dice su jefe al aumento de sueldo o intentando identificar un sonido, mirará hacia la derecha.

Cuando observamos a alguien pensando que vestimenta se va a poner para tal fin, o que va a hacer antes o después de ir a un lugar determinado, su mirada de dirigirá hacia la izquierda abajo, ya que se conecta con su dialogo interno.

Si vemos que vemos que la persona mira hacia abajo a la derecha es que se está conectando directamente con sus emociones, con las sensaciones que le pasan en el cuerpo,  con lo que le está pasando emocionalmente.

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Podemos tener en cuenta además, que: La ira hace achicas los ojos, el miedo los inmoviliza, el entusiasmo hace que los ojos paseen con mucha velocidad de un lado hacia otro.

Y para tener en cuenta a la hora de la observación a los ojos de otra persona, que cuando las pupilas se le agrandan o dilatan son indicadores que miran algo a alguien que le gusta o interesa, en cambio, si las pupilas son chicas, brillantes o contraídas, es que miran algo que no le interesa o se perdió el interés.