Por: Fernanda Jara
Al menos 100 activistas franceses ingresaron a la Plaza de Toros de Rion-des-Landes, el sábado 24 de agosto, para evitar la “celebración” de una corrida de toros. “Ingresaron entrelazando sus brazos unos con otros y mostrando resistencia pasiva y pacífica”, cuenta Sudouest.
Los activistas, que solo pretendían manifestarse en forma pacífica contra la tremenda tortura y muerte que sufrirían los toros en esa bárbara celebración , fueron agredidos por la seguridad del lugar (policías incluidos). Nueve manifestantes debieron ser hospitalizados y uno de ellos que fue gravemente herido está en estado de coma luego de haber sido salvajemente agredido por uno de los tantos amante de las corridas sanguinarias contra los toros que estaban enardecidos en el lugar, a la espera que la hora de la sangre llegara.
En un acto heroico, los compañeros activistas que esperaban del otro lado, daban apoyo al grito de “Abolition” o “Basta corrida”.
Desde #CosasDeAnimales apoyo incondicionalmente la lucha que cada activista por los derechos de los animales brinda desde su lugar con la única intensión de proteger y defender la vida de todos ellos, y me solidarizo con las compañeros heridos.
Muchas veces, se leen comentarios como “Por qué no piden por los chicos que mueren de hambre”, “Por qué no hacen otra cosa” o el más usado: “¡Vayan a trabajar vagos!”. Este último es más utilizado en Argentina.
Veo la oportunidad para volver a contar que quien escribe es activista, trabajo en más de un lugar y fui agredida a golpes e insultos por manifestarme pacíficamente. La totalidad de los compañeros activistas animalistas trabajan más que cualquier otra persona porque no sólo tienen un trabajo cotidiano rentable (que también sirve como fuente de ingreso para pagar del propio bolsillo cada actividad) sino otros trabajos voluntarios que se unen a causas justas (tanto animalistas como humanitarias). Lamentablemente, buena parte de quienes se quejan o señalan a un activista no hace más que por si mismo, todos nos hemos cruzado con más de uno. A ellos, la invitación de hacerse de una causa noble y llevarla adelante con amor y empatía.
“¡TORTURA NO ES CULTURA!”
¡Hasta la próxima!