Considerado uno de los pensadores vivos más influyentes de la actualidad, Don Tapscott plantea diferente niveles de un mismo problema global: la conmoción del formato aula, las formas de interpretar el hecho educativo, el sujeto estudiante en la era del consumo masificado y la emergencia de una forma de relación inédita con el aprendizaje que rompe con el ADN de la escuela tras 500 años.

¿Cuál es la naturaleza del problema en la educación actual?

 Básicamente tenemos un modelo de transmisión de conocimiento que atrasa muchos, muchos siglos. La idea es que yo soy un docente y yo tengo el conocimiento, vos sos el estudiante y vos no lo tenés. Prepárense porque acá viene: yo transmito datos e información y vos no. Y en el modelo actual, el objetivo es llevar esta información a la memoria activa de corto plazo y a través de la práctica y la repetición construir estructuras cognitivas más profundas, para que puedas repetirlo cuando te evalúo. Y esto está basado en la idea de una lección. La lección es la idea más estúpida de aprendizaje para mí. Pero ahora podemos cambiar esto, podemos corrernos de un modelo centrado en el docente, un modelo unidireccional donde el estudiante se encuentra aislado en la experiencia de aprendizaje, a un modelo que se focalice en el alumno, que sea interactivo, que sea colaborativo y en donde el estudiante sea un agente activo en el proceso de aprendizaje.

¿Qué significa aprender en la era digital?

 Cuando me gradué en los años setenta pensaba que todas las lecciones en universidades estarían extinguidas para 1980. Ciertamente estaba equivocado. Tenemos docentes trasmitiendo información en un modelo unidireccional. Y esto es estúpido. Necesitamos cambiar esto. Y también es importante entender que es lo que estamos aprendiendo. Todo lo que incluye maestría o en donde existen respuestas correctas o incorrectas, puede ser aprendido a través de plataformas interactivas. No se trata simplemente de ver una lección online, se trata de interactuar con material que sirva para poder evaluarnos, para que lo podamos abordar correctamente. Si podemos mover la maestría a una plataforma online, donde los estudiantes lo hagan desde sus casas o sus residencias, o en la universidad, o desde la casa de sus padres, o desde cualquier lado, entonces eso libera tanto a los estudiantes como a los docentes para gastar tiempo en el aula haciendo cosas realmente importantes: tener pequeñas discusiones grupales,  aprender a pensar y aprender a colaborar. Entonces necesitamos pequeños grupos de discusión, y necesitamos proyectos. El abordaje de contenido online combinado con pequeños grupos de discusión, y proyectos donde los estudiantes trabajen en equipos, para crear algo. Esos son los tres elementos del aprendizaje en la era digital.

¿Cuáles son los objetivos reales a la hora de definir el actual modelo educativo?

Cuando era joven, el propósito de la educación era dominar determinados contenidos y cuando me gradué de la universidad me encontré configurado para toda la vida. Sabía todo lo que necesitaba dentro de mi profesión. Hoy en día, cuando la gente joven se gradúa, no están configurados de por vida, sino que se encuentran configurados por, que se yo, 15 minutos. Y si toman un curso técnico, la mitad de lo que aprenden en el primer año será obsoleto para cuando cursen el cuarto. Esto es economía del conocimiento, y necesitamos reconstruir nuestras bases del conocimiento múltiples veces mientras vivimos. Y tu carrera es como un cartón de leche: se va a podrir si no estás constantemente reconstruyéndola. Y esto tiene enormes implicancias para la educación, porque cuando te graduás ya no es importante lo que sabés. Lo más importante es tu capacidad de pensar, de resolver problemas, de poner cosas en contexto, de entender las interrelaciones entre cosas. El poder colaborar, trabajar en equipos, y así. Entonces el propósito de la educación está cambiando también: de simplemente ser capaz de dominar ciertos contenidos a poder pensar e investigar.

¿Qué aspectos de la educación tradicional deberíamos mantener?

No significa que todos debamos estar en nuestras casas en frente de la pantalla y que esta sea la mejor forma de aprender. Todavía necesitamos escuelas y todavía necesitamos universidades. Alguna vez alguien me dijo: las universidades son excelentes lugares para que la gente envejezca. Bueno, en realidad las universidades son lugares importantes para discusiones cara a cara y para que los jóvenes trabajen en conjunto en proyectos y también es un lugar importante para ir y volverse más viejo y madurar, y desarrollar relaciones, socializar, construir conexiones. El problema es que las universidades y escuelas tradicionales tienen un nivel de cambio lento. Y si no se transforman alrededor del nuevo modelo de educación entonces alguien más lo hará. Entonces vos podés decir que lo importante es el título cuando te recibís. Con esto me refiero a que siempre alguien va a querer másters en ciencias, licenciados en educación o licenciados en arte. Bueno, los títulos que las escuelas y universidades entregan es solamente un activo que refleja lo que alguien ha alcanzado. Pero existen mejores maneras de dominar contenidos y lograr ese tipo de formación. Entonces todo el sistema de titulaciones va a mudarse a otras plataformas porque los empleadores quieren las mejoras personas. Quieren a las personas que saben más y que pueden pensar y resolver problemas mejor que otros. Y si se puede demostrar que la mejor forma de adquirir eso es a través de un ecosistema online, entonces las instituciones educativas tradicionales serán reemplazadas.

¿Quiénes deberían enseñar? ¿Quiénes deberían aprender?

Esto crea una oportunidad maravillosa para docentes y educadores de cambiar todas las competencias en juego, todos los viejos paradigmas: los docentes en frente de clases dando lecciones. Es maravilloso para un docente poder reinventarse, y es muy triste ver a docentes resistirse al uso de las nuevas tecnologías en las escuelas. Porque no se trata de la tecnología simplemente, se trata de liberar a la gente, y esos es algo maravilloso que todos deberíamos apoyar. Pienso que algo fundamental en la reinvención de la escuela es tener una nueva generación de aprendices, porque los chicos de ahora son diferentes. Mi generación creció mirando televisión y los chicos de ahora están creciendo interactuando y colaborando y están creciendo escudriñando, autenticando, realizando múltiples tareas al mismo tiempo, y el viejo modelo educativo unidireccional -donde los estudiantes son aprendices pasivos- es inapropiado para ellos como generación porque aprenden diferente, sus cerebros son diferentes. Entonces juntás el empuje tecnológico de una nueva plataforma educativa, combinado con la demanda y el ambiente profesional de la gente que piensa y resuelve problemas, reinventás su base de conocimiento y de pronto generaste un golpe demográfico de una nueva generación digital. Esas son fuerzas poderosas y el tiempo ha finalmente llegado: es momento de transformar las escuelas y transformar las universidades para tener más relevancia y efectividad en el siglo 21.

Créditos fotografía: thestar.com