El Lado Oscuro del Dirigir

#DeEmpresasYFamilias

El lado oscuro de la luna: mítico álbum de Pink Floyd. El conflicto, la ambición, el envejecimiento, son parte de él. Que representa la luna? El amor, la plenitud, los sentimientos puros se le asocian. El lado oscuro de la luna trata sobre  sentimientos negativos, el desamor, la ambición desmedida.Podemos hablar sobre “el lado oscuro del dirigir?”

Propongo algunos puntos para pensar la dirección de negocios.

  • Creerse invulnerable: fundar una empresa, requiere enfrentar riesgos, visión para liderar grupos y estrategias. Es necesario manejar la inseguridad propia, de modo de tomar las decisiones claves. La contracara: creerse invulnerable, un superhéroe. El éxito inmediato, es el primer escalón en el sentimiento de invulnerabilidad. Aceptar la propia vulnerabilidad, nos humaniza. Aceptar errores y la visión de otros, es la base de mejores decisiones.
  • Sentirse inmunizado: “esto a mi no me va a pasar”, es típico en quien se cree inmunizado. Cuando pensamos tener todas las respuestas, estamos gestando el virus de sentirnos más allá del bien y del mal. La trayectoria es fuente de sabiduría, pero también de encierro en las soluciones del pasado, que no sirven para los desafíos de hoy.
  • Exceso de optimismo y autoconfianza: donde otros ven adversidades, los emprendedores ven oportunidades. El optimismo y la confianza son cualidades esenciales. El exceso, creer que “esto no pasa”, “yo lo se, lo viví y lo voy a resolver”, lleva a tolerar solo lo que confirma nuestro saber, y rechazar lo que lo contradice. Nos conduce a decisiones equivocadas al exagerar nuestros talentos, perdemos del realismo necesario para gestionar. Nos “enamoramos” de nuestras ideas…solo porque son nuestras!
  • El poder: en la empresa existen jerarquías. Pero el poder puede actuar como una droga: necesitar de él, que nos lo demuestren a diario. Que nos impide compartir cuotas de poder, decisión e información. Lleva a una sobrestimación personal, de las propias capacidades, y empuja a decisiones erradas. Las estructuras de gobierno de la empresa se han horizontalizado, los liderazgos informales son fuertes: repensemos como ejercemos el poder.
  • La transición generacional: la empresa sobrevive a los fundadores…siempre y cuando admitan esta realidad! Para que el camino, de por si difícil sea exitoso, requiere de planificación, disposición a trabajar en el tema, comunicación, aceptación de las etapas de vida de cada uno, priorizando el futuro de la empresa y la familia, por encima de los deseos individuales. Padres e hijos deben compartir visiones lógicamente diferentes.
  • La soberbia: es un sentimiento de valoración de uno mismo por encima de los demás. Una cosa es el orgullo, por uno, sus capacidades, trayectoria, y otra la soberbia, que presupone una sobrevaloración propia, y descalificación de los otros. Así perdemos del aporte indispensable de colaboradores. Lo opuesto a lo que las actuales circunstancias de negocios necesitan. Lo opuesto a la humildad, cualidad de toda sabiduría.
  • La soledad: tener la ultima palabra, asumiendo el riesgo de las mismas, enfrentan  a la dirección con un aspecto esencial que le es inherente: la soledad. Que tiene que ir de la mano con conformar equipos de alto rendimiento y una delegación eficaz, para encarar del mejor modo posible la complejidad del negocio.
  • La impulsividad: las emociones, los impulsos, son motor de la vida. Pero puestos en marcha sin filtros, llevan  a perder dominio sobre nosotros y el conjunto. Tomamos una decisión hoy, se descarta mañana, desconcertando al equipo de trabajo y sembrando de dudas respecto de la propia autoridad. Genera incertidumbre, hace perder el rumbo, y las personas dejan de participar, ante posibles reacciones emocionales negativas.

El lado oscuro: la luna tiene dos caras. No se trata de inhibir sentimientos naturales. Como todo, es cuestión de dosis: una dosis adecuada salva, en exceso enferma. El objetivo, cuidar de mantener un equilibrio siempre inestable entre las dos caras de la luna.