Me quedó cierta reminiscencia de la infancia. O de la temprana edad.
Aunque no sé bien cuándo comienza la temprana edad.
Lo que sí tengo claro es que fui Peronista. Bien Peronista.
Desde chico, nomás.
Todavía recuerdo caminar en las calles de mi pueblo un día festivo. Cuando el Peronismo se impuso en las elecciones. Y nuestro líder iba a hacerse cargo de la Municipalidad.
Por fin.
Ahí estábamos con Chochito, mi amigo de la infancia. Y tantos otros.
Paso, paso a paso. Se viene el Peronazo.
Decíamos por las calles de Pringles, en las columnas de vecinos que salimos a festejar el triunfo.
Y caminábamos y gritábamos. Paso, paso a paso…
Qué alegría teníamos esa noche de elecciones. Por fin el Peronismo ganaba y las cosas iban a ser diferentes.
No teníamos ni idea cómo iban a ser. Pero vivíamos con la certeza de que iban a mejorar. Todo iba a cambiar y las cosas irían para mejor.
Sin dudas.
Eso ocurrió a temprana edad. Cuando tendríamos ocho o diez años.
Por aquel entonces había dos partidos. Los Peronistas y los Radicales. No existía nada más. O algo más existía, pero era en apariencias irrelevante. Y yo por aquella edad en verdad no lo registraba.
La vida pasó de golpe y ahora descubro que son todos Peronistas.
Todos y todas.
Y uno, que cantaba la marcha de chiquito y celebró los triunfos auténticos, ni siquiera sabe cuál es el verdadero Peronismo.
Encima sospecha si uno es un compañero de pura cepa, porque no encuentra al diablo en los gorilas. Ni los maldice. Ni los quiere doblegar.
Es más, muchos de ellos, le resultan tipos razonables. Inteligentes.
Pero hoy no hay lugar para el discernimiento. La posibilidad de estar de acuerdo con lo que está bien. Y en desacuerdo con lo que está mal.
Ejercer el sentido crítico es más peligroso que disciplinarse.
Viva Perón carajo!
*Que tengan un excelente día compañeros. Hasta la próxima!
*Juan Valentini es autor de “Escritos de la Vida”. Los contenidos de este Blog no forman parte del libro. También es autor del libro de superación personal “El Campeón: filosofía práctica para ganar en el juego e imponerse en la vida”.