Envíado especial: Ramiro Blanco
Mayweather ganó la primera batalla. El estadio estaba en un cincuenta por ciento repleto de argentinos, la otra mitad estaba con “El Chino” Maidana. No la tenían fácil. Ninguno de los dos. Uno porque enfrentaba al mejor de los últimos 30 años del boxeo mundial. El otro el desafío de enfrentar a un terrible pegador que venía dispuesto a todo y sin la presión de perder.
El combate fue parejo en líneas generales. Un arranque furibundo de Maidana hacía prever que la noche no iba a ser una más para Floyd. Con más corazón que boxeo el “Chino” se llevó el 1°, 3°, 4° y 5° round. Y fue a partir de ahí que Floyd Mayweather sacó a relucir toda su sabiduría.
Porque se convirtió por una noche, y solo por una noche, en un peleador. Llevaba a Maidana a la corta distancia y ahí hacía su juego. Cuando el “Chino” arremetía como una tromba, Mayweather con medio pasito adelante y algún que otro codo (palabras aparte para el árbitro) le cortaba el recorrido a los boleados de mano derecha que era el arma más poderosa del santafecino.
Y la historia no quedaba en eso solo. La puntería y la combinación, algo habitual en “Money”, hacían el resto. Que quede claro, Maidana no pudo hacer lo mismo que contra Broner porque Mayweather no lo dejó. Por momentos le demostró que es una gran campeón.
Tony Weeks, el árbitro del combate, no estuvo lo rigurosamente estricto con Mayweather como debía, pero de ninguna manera fue determinante en el desarrollo de la pelea.
No fue mala la actuación de Maidana, todo lo contrario. De echo ya se rumorea una posible revancha para el mes de Septiembre. “Le doy la revancha, si gané yo” lanzó un irónico Maidana al finalizar el combate
Lo que si fue destacada es la actuación de Mayweather. Tuvo que librar una verdadera batalla para quedarse con los cetros Welter del Consejo Mundial de Boxeo y Asociación Mundial de Boxeo con un 114-114, 117-111 y 116-112 en las tarjetas. Y demostró, una vez más, que es el señor boxeo.