Cuando uno habla de eventos corporativos, es frecuente que la primera imagen que llegue a la mente de quienes no conocen del rubro sea la de un salón en tonos claros, solemne, con música funcional. Y a pesar de que les conté en varias oportunidades mi experiencia como OPE en fiestas y presentaciones de este tipo, siempre apelando a la creatividad, es inevitable que el público piense en un “encuentro serio” cuando le llega una invitación de este tipo.
Para desterrar definitivamente esta idea, charlé con los ideólogos de Angry Toast, un emprendimiento audiovisual destinados a eventos sociales y corporativos, utilizando en ambos el mismo tipo de trabajo. Sí: ¡los videos corporativos pueden ser muy divertidos!