Mi práctica en los deportes extremos comienza desde chico. La sensación de sentirme libre por un instante. El mar siempre me llamó la atención, me produjo desde chico una gran atracción y respeto. Mi acercamiento fue desde el bodyboarding cuando tenía 9 años, pero como mis amigos practicaban surf, cambie de tablas y me dediqué a surfear.
Al vivir en Capital Federal y no tener el mar cerca, descubrí el slackline. La primera vez que me subí a una cinta fue en plaza Francia, me invitó el Chino, un escalador amigo, que ya no se encuentra mas entre nosotros. Me acerqué pero tenía miedo al ridículo y sentía que era imposible que pueda mantener mi cuerpo sobre un slackline. Pero con el aliento de mis amigos y la terquedad que me caracteriza (subí y bajé del slackline hasta que mis músculos no aguantaron más) conseguí que mi cuerpo, entienda como era estar a 50 cm del piso manteniendo el equilibrio y el balance. Fué como aprender a andar en bicicleta!!!, una sensación nueva en mi vida, al otro día me compre un slackline y desde ahi nunca mas paré. Hace 6 años que lo practico. Soy respresentante en Argentina de la marca Gibbon Slacklines.
* Con este video descrubrí el trickline!