¿Quién no ha fantaseado alguna vez al contemplar un cuadro de Hopper, con aquellos personajes de esa barra de bar en plena noche, tan cerca los unos de los otros, pero tan alejados y solitarios? Qué podría ser de sus vidas o que sucedió después de ese café. Ha inspirado pensamientos, relatos, películas e incluso libros. Y me he visto reflejada en uno de ellos, aquella medianoche, con esa nostalgia pesada e inconclusa. Continuar leyendo