Maradona, exiliado emocional

#MadeInDahbar

Diego Armando Maradona fue el primer argentino en palpar la gloria y acercarnos a ella. Su magia con la pelota lo convirtió en un ícono del fútbol mundial; pero los excesos y las adicciones casi terminan con su vida.

Hoy, lejos de su Fiorito natal, vive como un exiliado emocional en Dubai, facturando millones y lejos de lo que él considera familia.

Un hombre que, al enterarse de su futura paternidad, lo primero que hizo fue tomar un avión y escapar de los reproches de sus hijas, que con la llegada de un nuevo heredero sienten bajo amenaza la exclusividad de la corona. Trabajan de portadoras de apellido y son las voces autorizadas para defender a su padre cuando alguien lo mancha en su honor.

Algunas preguntas sin respuesta:

¿De qué deberían defenderlo?

¿Por qué exigen exclusividad de paternidad?

¿Por qué viven despreciando explícitamente a la madre de su medio hermano?

¿Por qué se empecinan en difundir, sin sutilezas, que su papá mantuvo una relación con Karina antes que ella se convirtiera en la nueva conquista del Kun Aguero, su ex yerno?

¿Por qué donde debería haber sólo amor hay odio, reproches, denuncias y resentimiento?

¿Por qué Claudia Villafañe, siempre de bajo perfil, decidió que su campana también se escuchara ahora?

¿Por qué Verónica Ojeda, una vez abandonada, dice que hoy se siente libre y se anima a contar todas las humillaciones y miserias que le tocaron vivir, que a esta altura ya ni sorprenden?

¿Por qué el ex DT de la selección argentina denuncia a una madre presente cuando él es un padre ausente?

¿Por qué cuando ya habíamos olvidado al Diego fuera de control volvemos a ser testigos de su peor versión?

¿A qué le teme Maradona?

¿Rehén de su familia o rehén de sus mentiras?

¿Víctima por exceso de gloria pasada o por hambre de esta?

Lejos del que supo ser un orgullo nacional, el Diego Maradona versión 2013 dedica más tiempo a pelear con la prensa que a visitar a su último hijo reconocido.

Como dice el dicho popular, cada familia es un mundo…. y en el enfermo mundo de Maradona, cada participante atiende su juego. Un juego donde el dinero, la traición, los egos, la envidia y los complejos hacen de esta familia un conventillo internacional.

Por suerte quedan imborrables recuerdos, y la única certeza que como jugador puso todo y más para darle alegría a nuestro corazón.

Gracias Diego.