Después de haberse convertido en una de las noticias del año, finalmente Ignacio Guido Montoya Carlotto debutó con su actual formación en el ND Ateneo.
El pianista y compositor, nieto recuperado de Estela de Carlotto, se presentó el sábado 1º de noviembre por primera vez en el ND Teatro, donde cautivó a todos con su música, sin necesidad de anclarse en su historia personal.
Sin la presencia de su abuela Estela de Carlotto, que ese día viajó a Italia para el reencuentro con el Papa –Ignacio viajó el lunes 3–, entre los invitados conocidos se hicieron presentes Ignacio Copani, Roberto Caballero, Julia Mengolini y Javier Sinay, entre otros.
Carismático, humilde y profesional, acompañado por Florencia Otero (voz), Valentín Reiners (guitarra), Ingrid Feniger (clarinete y saxo), Luz Romero (flauta), Nicolás Hailand (contrabajo) y Juan Simón “Colo” Maddio (batería), Ignacio Guido Montoya Carlotto inauguró el show con “Nada más” e interpretó un repertorio completo de historias y emociones.
Durante casi 80 minutos del show no faltó el humor, los agradecimientos y las dedicatorias, en especial al público, a las Abuelas de Plaza de Mayo, a la “Negra” Sosa y a Celeste, su mujer.
“Escribí hace bastante tiempo atrás una canción que retrataba un momento triste de mi vida, pero no viene al caso, porque ya ni lo recuerdo. Tiene tres versos y en cada uno de ellos va creciendo el optimismo”, expresó Ignacio sobre “Vidala triste vidala”, tercer tema de la entrega.
Entre canción y canción, el nieto recuperado número 114 hizo pequeñas introducciones, que sumaron distensión e interacción a la velada.
“Vale la pena salir en televisión, espero que la pasen bien. Si no, no sé qué hacer, no puedo cambiar el repertorio”.
“La música pasa cuando la estamos tocando, mal o bien, con errores, con cagadas, que sé yo, con cosas… estamos acostumbrados a escuchar música grabada, que es como una foto del evento: si está muy bien grabada, tiene más píxeles, pero sigue siendo una foto… entonces el agradecimiento de hacer música en vivo y apoyar lugares como estos”.
“Cuando pasó todo esto, no sé si se enteraron, hubo un pequeño revoleo, y muchas cosas que me preguntaron eran cuáles eran las expectativas de los músicos con los que quería tocar…”.
El concierto finalizó con la participación especial del compositor entrerriano Carlos “Negro” Aguirre, quien interpretó “Rosarito Vera, maestra”, de Félix Luna y Ariel Ramírez.
Aplausos de pie, expectativas cumplidas, buena vibra y un plus muy demandado sellaron una noche para atesorar en la memoria.
Fotos: Laura Tenenbaum