Si nos ponemos a escuchar con detenimiento los discursos de campaña de los candidatos republicanos durante la carrera presidencial de 2012, la historia norteamericana reciente se describe de la siguiente manera:
Había una vez, en los años 90, un presidente demócrata llamado Bill Clinton que llevó a su país a tener un superávit fenomenal. Ocho años después llegó Barack Obama y misteriosamente todo se fue al diablo, seguramente por su culpa. Fin.