Por: Silvia Brown
Las manos y los pies son objeto de charlas, críticas, admiración, programación, etc… Nuestras manos son observadas de forma permanente, cuando nos expresamos, comemos, bailamos, acariciamos y casi todas las acciones de nuestras vidas son realizadas por ellas.
Se habla de las manos de pianista, las regordetas, las gigantes, las pequeñas. Si su piel esta seca o manchada, si las cutículas crecen poco o mucho, si las uñas están sanas o quebradizas son temas comunes y de preocupación de la mayoría de las mujeres… El estado de las manos nos encasilla, hablan de nosotras.
Por si fuera poco, trabajo, marido, hijos, o lo que nos haya tocado en suerte, debemos vernos cuidadas, atractivas y dispuestas.
Tengo una loquísima amiga, Leonor que dice que para nosotras (el sexo débil) nada es imposible, que hay un segundo fatal en que decidimos hacerlo o abandonarnos y en esto la voluntad nos juega una carta determinante.
Los pies tienen su gran protagonismo durante el verano y no se atrevan a ponerse una sandalia sin que ellos se vean im pe ca bles!!! Esto nos pondría en la categoría de mujer descuidada. Durante el invierno podemos recortar las uñas y correr las cutículas, humectarlos diariamente, de esta manera descansamos las uñas de lacas y geles, y dos veces durante el invierno se puede realizar pedicuría y dejarlas al natural.
Son muchas las razones que deterioran nuestras manos, el embarazo, la menopausia, el stress, la mala alimentación y la propia genética. Muchas son las soluciones, y aunque no siempre resuelvan los problemas en un cien por ciento, un poco ayudan.
Para las amas de casa que utilizan detergentes, lo ideal es usar guantes de goma y al finalizar las tareas utilizar una crema gruesa y pesada, según las profesiones esta indicado el largo de las uñas, la tendencia es que apenas sobresalgan de la yema del dedo con formato cuadradito, levemente redondeado en los costados. Lo ideal es encremarse las manos cada vez que las lavamos, cuanto mas las lavamos mejor. Los informes de la Organización Mundial de la Salud dicen que el 80% de las bacterias se eliminan al lavarlas.
Muchas veces me pregunto porque al pasarnos crema por el cuerpo paramos a la altura de los tobillos, abandonando a nuestros pies, es una costumbre que tenemos incorporada la mayoría de las mujeres. Ellos también necesitan estar humectados. Después del baño secar bien los pies, si es invierno una pasadita de secador de pelo entre los dedos nos evita lastimaduras y hongos, luego pasamos crema en poca cantidad por toda la superficie sin tocar entre los dedos. La piel de los talones se va engrosando a medida que pasan los años y una buena humectación lo minimiza.
El esmaltado ya sea tradicional o el maravilloso gel debe tener un período de descanso, lo ideal es cuatro semanas de laca y la quinta descansar.
Para las que estamos ocupadas y la cita semanal para manos y la quincenal para manos y pies nos resulta una pesadilla, el esmalte en gel, aun no tan difundido, es el exilir del placer!!! dura al menos 15 días en las manos y no menos de un mes en los pies. Y no confundir con uñas esculpidas, es un esmalte aplicado sobre las uñas.
El trabajo resulta un poco mas caro, pero resistente, dura mucho y no pierde brillo, fortalece las uñas, la gama de colores es variadísima y lo increíble es que al terminar el esmaltado, las uñas están completamente secas.
Podemos buscar en internet (esmaltado en gel), también en las publicidades de revistas dedicadas a la moda y a la mujer; ubique un lugar cerca y cómodo y prueben… es una gran solución a la falta de tiempo.
MAXIMA: Dediquemos a las manos y a los pies un espacio especial, nosotras mismas disfrutamos cuando están cuidados, representan, la pulcritud, es una parte importante de nuestra imagen.
Para la próxima: El cuidado de la piel
Hasta el jueves!!!
Silvia Brown