Por: Silvia Brown
La piel es el órgano más grande del cuerpo, que lo protege de bacterias y mantiene la estructura. En promedio mide dos metros cuadrados y pesa 5 kilos. La piel más fina y blanda está en los párpados, y la más gruesa en los talones. Si bien esta formada por varias capas, los tips de hoy hablan de la epidermis, que es la capa externa.
De la piel dependen las uñas, los pelos, las glándulas sebáceas y las sudoríparas, son todos anexos de la piel. En la epidermis se encuentra la melanina que es la responsable del color de piel.
El sexo fuerte por sus hormonas masculinas, produce más secreción sebácea, por lo que es más gruesa y más grasosa.
La carga genética de la piel es un alto porcentaje de su aspecto y si bien el siglo XXI nos encuentra con tecnología, productos e información, la naturaleza con la que nacemos nos acompañará durante toda la vida.
Con el paso de los años, se pierde colágeno, elastina y humedad y esta situación se agrava con el exceso de sol, el tabaco y la mala alimentación.
Nuestra piel expresa, si no dormimos bien, si estamos deshidratados, mal comidos, y por eso a pesar de la genética podemos ayudarla a verse lozana y cuidada.
Para empezar, tomar mucha agua, tener una dieta rica en frutas y verduras, siempre después de una ducha tibia (evitemos las altas temperaturas), unos segundos de agua fría, activa la circulación sanguínea y tonifica la piel. Una vez que nos secamos, nos hidratamos con una crema ligera según nuestro tipo de piel. Al rostro debemos hidratarlo varias veces al día, sobre todo en los fríos extremos y cuando nos exponemos al sol.
El sol, nos aporta vitamina D, (importantísima en el cuidado de nuestros huesos), los horarios de exposición deben estar alejados del medio día y hasta las 4 de la tarde. Los protectores solares son útiles, pero en exceso, también pueden generar algunas complicaciones en la piel, alergias y erupciones. Poseen productos químicos y como todo hay que usarlos moderadamente. El té verde, ya sea como infusión o de uso externo, es un agente protector natural del foto envejecimiento.
En la década del noventa, aparecieron infinidad de tratamientos anti arrugas, con promesas de juventud eterna, fue la década del culto al cuerpo, y muchos de nosotros acudimos al jeringazo que prometía ocultar el surco del paso del tiempo de manera definitiva. Se usaron sustancias sintéticas, (en teoría inocuas), el cirujano plástico se convirtió en muchos casos en el médico de cabecera.
Entonces aparecieron los cirujanos plásticos top, famosos, mediáticos, que olvidaron la medicina y trataban a los cuerpos como obras de arte.
Hace doce años, usé terapia de rellenos en algunas partes de mi rostro, para hacérselas corta… 11 años después, mi cuerpo reaccionó y tuve suerte, porque el más visible estaba tan encapsulado que con un pequeño corte pudieron retirarlo. Los demás se desinflamaron pero debemos saber que siguen allí. Hoy se sabe que sólo debemos usar sustancias no definitivas y que además, todo debe ser usado en su justa medida, las cirugías, rellenos y toxina botulínica son excelentes en manos responsables y jamás creer que un procedimiento estético puede quitarnos 10 años.
Médicos como Alejandro Canderoli, Diego Capponi y Julieta Spada, cada uno en su especialidad en estética, aconsejan hacer terapias preventivas, no invasivas, usar rellenos no definitivos y sin excesos, esto patea el lifting haciéndolo cuando realmente sea necesario.
MAXIMA: Cuidar la piel limpiándola, protegiéndola de los agentes externos, tener una buena alimentación, recurrir a terapias preventivas, y sólo tocar nuestro rostro y cuerpo cuando algo está mal… “Lo que esta bien, NO SE TOCA.”
Para la próxima: Ya están a full las vidrieras del verano 2014… pasemos revista!
Hasta el jueves!
Silvia Brown