Por: Silvia Brown
“… y que no le importe mi ropa… si total me voy a desvestir” (SUI GENERIS), aunque deseemos un mundo de amor, paz y puramente espiritual, vivimos acá y ahora con reglas donde la imagen nos juega el título de lo que se nos viene.
Imaginate… Silvina tenía un evento “after office”, con empresarios, ejecutivos, asistentes de diferentes empresas, en un lugar topísimo. La invitación que recibió a último momento le sonó décontractée, así que diosa, fresca y decidida, se calzó un mini short de alto brillo, súper plataformas negras, un clutch con piedras y pintada para la guerra de las galaxias.
Su tránsito hasta el lugar la hizo sentir una loba de las alturas, mirando desde arriba y elevando su autoestima al mismísimo cielo. Cuando llegó, vió a su alrededor un alto porcentaje de vestido negro arreglado, con maquillajes livianos, carteras medianas y zapatos de tacón intermedio, todo cercano a un cóctel empresarial.
Su cuerpo extremadamente joven, y su mente en blanco sin poder pensar… la falta de experiencia, la sumió primero en una sensación de vergüenza y luego de incomodidad.
La indumentaria… siempre digo, es la piel con la que enfrentamos cada evento de nuestras vidas y por eso cuando estamos adecuadas nos sentimos especialmente bellas.
Cuando se trata de un evento al que jamás fuimos, debemos preguntar el código de vestimenta, y ante la duda, siempre menos es más… preferible pecar de sencilla, un clásico vestido negro es nuestro salvador.
Todo esto me llevó a pensar que muchas mujeres deben concurrir a cócteles o eventos directamente desde sus trabajos. Ellas deben llevar la ropa en la cartera o bolso. Por eso el adquirir prendas con géneros que no necesiten planchado es fundamental.
Estas telas… con spandex, sedas frías y muchas otras, se pueden enrollar y guardar en nuestro bolso en forma de tubo. No se planchan con lo cual, estamos haciendo nuestro pequeño aporte al ahorro de energía.
Si bien la electricidad es un recurso energético secundario (requiere de otras fuentes), al ser tan útil, su consumo ha ido en aumento. Cada vez que enchufamos una plancha se calcula que estamos consumiendo más de 1000 watts de potencia.
MAXIMA: Preguntar de que se trata un evento nos pone en un lugar ventajoso, tengamos caballitos de batalla para las diferentes ocasiones, vayamos adquiriendo prendas duraderas, una o dos por año que intercalamos con lo fashion. Evitemos querer ser la mas reina… ese lugar, se ocupa sin planearlo.
Para la próxima: El inevitable cambio de look de la nueva divorciada.
Hasta el jueves!!!
Silvia Brown