Por: Silvia Brown
Son muchos los géneros con transparencias que se usaron y usan para indumentaria, pero es el encaje el que nos deja sin aliento.
Este bordado o punto nell‘area, (punto en el aire), llamado encaje porque se bordaba entre dos cintas paralelas. Es disputado por los Italianos, Españoles y Franceses, viene del siglo XV y se usaba para dar terminación a las prendas.
Si bien la ropa interior data del año 1300, es en el siglo 20 donde se propone la ropa interior sensual y provocativa, desestimada durante los años ´30, ´40 y ´50 porque el conservadurismo no permitía semejante osadía.
Los Griegos, siempre muy desprejuiciados, fueron los primeros en mostrar a sus mujeres en ropa interior a fin de esculpirlas.
El corsé se convirtió en una prenda privilegiada en las cortes Napoleónicas, los ajustaban hasta dejar una cintura de avispa que estaba vista como un símbolo de frescura y juventud.
A principios de 1900 la revolucionaria bailarina y coreógrafa Isadora Duncan abandono el uso del corsé por considerar que la danza debía ser un movimiento con mayor libertad.
Los ´90 nos pusieron en jaque a todas, se mostraban pechugas explosivas y turgentes y con la aparición del Wonderbra, veíamos pechos increíbles que desaparecían al final del día, dejando dos pequeños huevos fritos aplastados ni bien nos poníamos de forma horizontal. Hoy reemplazados por las prácticas y permanentes siliconas.
Sea como fuere, las prendas íntimas fueron y son objeto de deseo y se han convertido de a poco en ropa exterior, hemos terminado usando los corsés, los corpiños y los bodys del lado de afuera.
Toda una tendencia, hasta hace unos pocos añitos , apoyábamos el género delicado, bordado y calado sobre alguna enagua, que dejaba ver un escote, un poquito de las piernas o una sensual espalda; hoy vemos qué cubrimos… se muestra un cuerpo desnudo con una pequeña tanga y tal vez algún corpiño, en cueros.
Me encantan las transparencias, con un cuerpo razonable, siempre producen impacto. En la mente de los hombres, las puntillas, los bordados y las transparencias están asociados al sexo, la intimidad y la lujuria, no hay manera de convencerlos que esta es la tendencia, ellos pensaran que fuiste a la fiesta en pelotas.
“Lo importante, es que hablen…”, dice una vecina. Pero a la hora de vestirnos recordemos siempre la EEE (edad, estilo y estructura física), mostremos de a partes, la imaginación es mas importante que la cruda realidad, ellos pueden ver nuestras mejores partes e imaginar de igual modo las que no lo son tanto… y una vez que tenés al toro en el corral será tuyo, no hay vuelta atrás.
Las transparencias permiten mostrar piernas no tan perfectas de manera velada, o unos brazos no tonificados envueltos en un encaje y así buscar utilizar un elemento de la moda en nuestro propio beneficio.
MAXIMA: Las transparencias deben servirnos para resaltar nuestras mejores partes y disimular lo que menos nos gusta, con inteligencia la moda no incomoda.
Para la próxima: Propuestas para el próximo verano.
Hasta el jueves!!!
Silvia Brown