Ricardo Iorio es uno de los tres personajes más emblemáticos del rock pesado en Argentina (los otros dos, Pappo y el inmortal Civile) y uno de los grandes representantes de la música nacional. Su figura nunca pasa inadvertida, y para serles totalmente sinceros, se me hace casi imposible hacer un análisis objetivo de su persona teniendo en cuenta que soy un gran seguidor de sus bandas (V8, Hermética y Almafuerte), hincha de Racing al igual que él (¡JA!) y coincido en casi todo lo que piensa (sobre todo en relación a las metas, la autosuperación, la exaltación del patriotismo y la reivindación de un héroe nacional como lo fue Seineldín). Es decir, para mí Ricardo es un ícono cultural latinoamericano al cual respeto muchísimo. Pero, ¡ojo! si bien me siento en las antípodas de aquellos estúpidos repetidores que lo tildan de facho (a quienes les aconsejo revisar el significado de fascismo y luego intentar aplicarlo a Iorio para comprobar que poco tienen que ver), también estoy lejos de los muchos que ven en su palabra una verdad absoluta, una ley y algo que no existe más allá de eso. Es lo que es, un ser humano, que si bien se mantiene firme en sus convicciones, algunas cosas no comparto, en otras supo contradecirse y en otras es un definidor por excelencia. A continuación les dejo, a mi entender, sus mejores frases. Cabe aclarar que tuve que omitir algunas para no entrar en litigios legales como le ha sucedido a una famosa revista u otras que no lo representan ni un poco. Dibuje, Ricardo: