Los alimentos enlatados son prácticos y nos sacan de apuro muy a menudo, pero como todos bien sabemos tienen conservantes químicos y no aportan el mismo valor nutricional que el alimento fresco.
Creo que consumidos en moderación podrían ser prácticos y menos dañinos para nuestra salud.
El contenido nutritivo de los alimentos enlatados es similar e incluso algunas veces mayor al de los alimentos frescos, esto pasa cuando pasa mucho tiempo desde que los alimentos frescos son cosechados, llegan a las góndolas de los supermercados y luego a nuestra mesa, en ese transcurso pueden perder nutrientes y gran parte del sabor.
Los alimentos enlatados se preparan inmediatamente después de la cosecha, estando frescos y con sus propiedades intactas, esto se mantienen hasta su fecha de vencimiento.
Hay que tener en cuenta como vimos en artículos anteriores que al no tener la cáscara muchas frutas pierden su contenido en fibra, y que cualquier alimento al que se lo preserve, refrigere, cocine tanto a nivel industrial como casero pierde en ciento grado alguno de sus nutrientes.
El principal método para conservar los alimentos enlatados es el calor, que se aplica por pasteurización o esterilización, y luego se le realiza un sellado hermético.
Generalmente no posee conservantes químicos, pero si se le agregan sustancias naturales como sal, azúcar, aceites, vinagres, saborizantes o estabilizantes. Todo esto tiene que estar especificado en la etiqueta.
El secreto esta en la cantidad y variedad que los consumamos.
Siempre hay que fijarse e vencimiento de las latas.
Los pacientes hipertensos o que tienen que disminuir la sal en la alimentación tendrían que evitar los alimentos enlatados.