Uno de los principales bajos de la actualidad se encuentra en Buenos Aires para interpretar uno de los roles operísticos que mejor lo caracteriza, Erwin Schrott será Fígaro esta noche en el Teatro Colón. “Las Bodas de Fígaro” de Wolfgang Amadeus Mozart es uno de los grandes acontecimientos que nuestro coliseo ofrecerá a lo largo de su presente temporada. Esta nueva producción contará con la dirección musical de Roberto Paternostro y la dirección escénica de Davide Livermore y Alfonso Antoniozzi.
Erwin Schrott nació en Montevideo, su registro de bajo-barítono lo ubica hoy entre los principales cantantes líricos en su cuerda a nivel mundial. Schrott es reconocido por su interpretación de personajes “mozartianos” como Don Giovanni y Fígaro. Debutó en su ciudad natal como Roucher de la ópera “Andrea Chénier”, en el Teatro Municipal de Santiago de Chile representó a Timur de “Turandot”, Colline de “La Boheme”, Sparafucile de “Rigoletto” y Ramfis de “Aida”. El Teatro Colón de Buenos Aires lo vio debutar sobre su escenario como el Conde de Monterone en el año 1997 junto a una verdadera selección de artistas líricos entre los que se encontraban Marcelo Álvarez, Leo Nucci, Luís Gaeta y Sumi Jo. Schrott vuelve al Colón dos años después como Colline y actúa junto a la gran soprano italiana Mirella Freni. Entre sus dos presentaciones en el coliseo porteño obtuvo el premio Operalia ’98 que le abrió las puertas de los más importantes teatros internacionales como La Scala de Milán, el Covent Garden de Londres y el Metropolitan de New York.
“Las Bodas de Fígaro” fue compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart entre 1785 y 1786 y representa el comienzo de un fructífero camino recorrido junto a Lorenzo Da Ponte. Mozart conoció a su más importante libretista en casa del barón Wetzlar, padrino de su primer hijo. Da Ponte inició una vida aventurera después de abandonar la carrera eclesiástica, llegando a ostentar el cargo de dramaturgo de la corte imperial, en cuyo desempeño había escrito algunos libretos de poco éxito hasta que aceptó el primer encargo de Mozart.
La idea, bien arriesgada por cierto, de poner música a la obra del dramaturgo francés Pierre-Augustin de Beaumarchais, había partido de Mozart. Después de su estreno en París, y a pesar de las numerosas traducciones hechas al alemán, el emperador no había concedido el permiso para representarla en Viena, pues estaba claro que era un “ave de mal agüero de la revolución”. Mozart y Da Ponte sacaron a relucir sus mejores argumentos ante José II para que les permitiera hacer una ópera de tan peligroso material, prometiéndole el libretista “borrar todo aquello que pudiera herir la decencia y el buen gusto“. Da Ponte reduce a cuatro los cinco actos de la comedia, y a once sus dieciséis personajes, al tiempo que exime, casi por completo, a Fígaro de su cometido de fustigador de la sociedad.
El estreno de la ópera tuvo lugar en el Burgtheater de Viena el 1 de mayo de 1786. El público pidió la repetición de casi todos los números. “Nunca ha gozado nadie de un triunfo tan brillante“, dijo el tenor que cantó el papel de Don Basilio. La obra es considerada una de las creaciones más completas y virtuosas de Mozart y es una de las más importantes de la historia de la música. Operabase, la base de datos en Internet de interpretaciones de ópera, teatros y compañías, la ubica en el puesto Nº 7 en el ranking de las óperas más representadas en todo el mundo en los últimos dos años
Las seis funciones programadas de “Las Bodas de Fígaro” en el Teatro Colón se llevarán a cabo hoy, el viernes 16, el sábado 17, el martes 20 y el miércoles 21 de agosto a las 20:00 horas y el domingo 18 de agosto a las 17:00 horas.
Alejandro César Villarreal