Argentina aprobó una ley de blanqueo de capitales para intentar atraer dólares, porque desde que el gobierno de Cristina Kirchner aplicó las restricciones cambiarias para evitr la fuga de dólares, también provocó otro efecto: que los dólares que sobran por el mundo no entren en Argentina.
Más allá de los discursos nacionalistas y de la demagogia contra el capitalismo, la realidad es que los argentinos adoran tanto al dólar que son el segundo país del mundo con más dólares billete después de EEUU.
Esta “adoración” no es porque sean apátridas, ni cipayos, ni anti-argentinos, es que simplemente los gobiernos en Argentina han devaluado tantas veces la moneda que le quitaron 12 ceros, porque han vivido en periodos de mega-hiperinflaciones, con cifras de 6.000% anual.