“Uno de los descubrimientos más importantes de la historia porteña”, dijeron desde la Jefatura de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el 29 de diciembre del año 2008 cuando, en el perímetro de una obra en construcción, el arqueólogo Marcelo Weissel vio ante sus ojos la estructura de un galeón de origen español que sería de fines del siglo XVII o principios del siglo XVIII.