¿Dónde pescar tarariras? Es una pregunta que muchos se hacen, especialmente si pescan con artificiales, sea mosca, baitcast o spinning. Algunos disponen de un poco más de tiempo en enero o quieren llevar a sus hijos, sobrinos o nietos que no tienen clase en la semana.
Después de la nevada del 9 de julio de 2007, las lagunas de la pampa húmeda se quedaron sin este titán de sus aguas. Recién algunas se están recuperando ahora poco a poco. Masivamente, entonces, nos hemos volcado a los bañados, lagunas, zanjones y otros lugares playos del Delta del Paraná. En búsqueda de esos puntos parten los guías con sus lanchas desde ciudades como San Pedro, San Nicolás, Gualeguay o Rosario Una de las menos conocidas pero no menos fructífera es Ramallo. Ubicada a doscientos kilómetros de Buenos Aires por la autopista que va a Rosario tiene el mismo tipo de hábitats que las citadas arriba y donde reina este voraz y peleador pez de agua dulce.
Fuimos varias veces a Ramallo porque tiene mucha cantidad y calidad de tarariras. La mejor pesca se realiza vadeando. Para ello recomiendo usar wadders respirables, que evitan la molestia de las sanguijuelas y alguna lastimadura que puede ocasionar una rama. Siempre deben arrastrarse los pies debido a la presencia en aguas bajas de las rayas que, al pisarlas en el lomo, yerguen su cola provista con una serie de aguijones que provocan profundas lastimaduras y cuya infección bacteriana puede ocasionar graves consecuencias.
Sin temor, pero con las prevenciones del caso, se busca a las tarariras con señuelos de media agua o de flote. Los primeros son más eficaces durante todo el año aunque la espectacularidad de ver una tararira saliendo del agua para engullirse un artificial la brindan los segundos.
Como casi siempre las taruchas habitan zonas con mucha vegetación, resultan excelentes los señuelos con un solo anzuelo y protegido por algún alambre o que trabajen con la punta hacia arriba, de modo que se no se enganchen. Las cucharas invertidas Goziolure y Moss Boss, y los plásticos blandos tipo Highlander o Yum, se encuentran entre mis preferidos. Con aguas más limpias, opto por cucharas giratorias con pescaditos de goma, nadadores como el Crazy Crawler o el Jitterbug, o las muy divertidas hélices o poppers.
En Ramallo hay suficientes lugares para probar con tarariras hambrientas, siempre que cuatro factores contribuyan: que no haya viento pegando sobre el sector elegido (la tararira consume poco oxígeno y cuando el agua se agita no come), que el río no esté muy alto (ingresan con el exceso de agua adentro de las islas a lugares muy difíciles de llegar), que no estén desovando (generalmente lo hacen una o dos veces en primavera o verano) y que el agua no esté sumamente cálida, con lo que abandonan los clásicos lugares para buscar capas más frescas a mayor profundidad. En este último caso hay que optar por “rastrillar” el fondo de lugares un poco más profundos con señuelos de paleta larga o cucharas giratorias más pesadas.
Ramallo es una ciudad con todos los servicios. Entre los guías recomendamos los servicios de Guía: Julio Torrent, 03407-15-468-451. Su hermano Néstor Torrent es buen asesor en sus casas de pesca de Av. San Martín 1700, Ramallo, y Bvar. Bonfiglio 140, Villa Ramallo.
Néstor Saavedra
para Tur Aire Libre
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