Los monstruos del lago perdido

#Pesca

ba pirar_MG_8632

Manaos es una de las sedes del Mundial de Fútbol. Y por esos pagos anduvimos en noviembre. Habíamos viajado a Amazonas, con Juan Pablo Gozio, con la intención de pescar tucunarés y aruanás en superficie. Antes de partir, Rubinho, periodista amigo y organizador de estas excursiones en Brasil nos había adelantado que las copiosas lluvias se habían adelantado y, por lo tanto, la pesca iba a estar más difícil. Deliberamos un poco pero la pasión pudo más y tomamos el avión a Manaos (vía San Pablo), donde descansamos muy bien en el hotel Tropical, el mejor de toda esa región.

Al otro día, viajando a baja altura en un hidroavión hasta el campamento Sucundurí, donde nos encontramos con Rubinho, pudimos observar lo que nos había anticipado: el río se encontraba un par de metros más alto, por las copiosas precipitaciones adelantadas. Como consecuencia, la pesca se había tornado complicada, pero, en esta situación extrema y extraña, se nota la calidad del anfitrión. Rubinho envió a sus guías a internarse en la selva en búsqueda de lagunas donde los peces ingresan y egresan solo cuando estos afluentes del Madera crecen varios metros más. Estos espejos, normalmente, no se pescan, pues en la temporada se encuentran inaccesibles, pero, gracias a esta inundación incipiente, podíamos acceder con los botes de aluminio navegando, en algunos casos hasta una hora, por el medio de la selva. En el camino vimos la destreza de los, sin duda, mejores baquianos del Amazonas: cortando a machete limpio las ramas que se nos cruzaban y bajándose a empujar la nave cuando se varaba. Así llegamos a uno de estos increíbles ojos perdidos.

baIMG_8626

El objetivo era el pez de escamas más grande de América, el pirarucú o arapaima.  Es muy raro pescarlo, pues en ambientes naturales casi nunca pica e, incluso, en lagos cerrados en las estancias casi siempre toma carnada natural.

De la nada, en una paz solo rota por los gritos de los papagayos empezamos a ver enormes borbollones: los pirarucús o arapaimas saliendo a superficie a respirar. A remo, Antonio Raio, el guía, nos fue arrimando a estos cardúmenes. El secreto es lanzar los tube jigs (jigs en forma de tubo) en la dirección en que se mueven, ejercicio de repentización, ya que solo la cola con manchas rojas puede ayudarnos a saber hacia donde nadan. Si se les tira sobre el borbollón o en otra dirección, no pican.

salto pirarucu

Juan Pablo pescó el primero y el que sería el más grande: unos seis kilos. La lucha no es tan potente dentro de estos portes, pero los saltos sorprenden. Perdimos varios piques, por la boca pequeña del pez y la emoción de pescarlo a la vista. Juan le encontró muchas similitudes con la pesca de tarpones vistos, aunque el pirarucú es mucho menos arisco y, por momentos, teníamos varios cardúmenes alrededor del bote.

Tremenda alegría, nos abrazamos mojados y emocionados mientras no queríamos hablar para oír el ruido de la lluvia y, cuando esta cesaba, el de los borbollones en la inmensidad amazónica.

DCIM100GOPRO

Fue una fiesta de adrenalina pura en la corta mañana (había que volver a almorzar y esperar el hidroavión de regreso) que se coronó con siete ejemplares. Según me contaba Rubinho se trata de un verdadero récord en los ya casi quince años que organiza el campamento Sucundurí. Claro, si nunca el agua está tan alta. Este año volveremos a Amazonas, ya con las expectativas puestas en las aguas normales para capturar tucunarés y aruanás en esta zona, o los magníficos trairones y cachorras en otros ríos. Si querés acompañarnos contactate a info@turairelibre.com.ar

TROPICAL_MANAUS_-_LOBBY_BAR_-_PIC_26a0028

Si vas por Manaos alojate en Hotel Tropical, excelente, lujosas habitaciones, piscina con olas artificiales, cinco restaurantes, zoológico. Av. Coronel Teixeira 1320, Ponta Negra, Manaos, Brasil. Tel: 55 (92) 3658-5026.

 

Néstor Saavedra
para TurAireLibre

 

Te invitamos a seguir también nuestros blogs de Buceo, Modelismo Espacial, Náutica, Paracaidismo, Parques y Museos, y Turismo.

firma digital