Por: María Ana Ventura
12 millones de toneladas de basura, y más, es lo que generamos en Argentina por año. Que va a parar a basurales a cielo abierto o a rellenos sanitarios. Ambas opciones, no sólo contaminan el medio ambiente y son peligrosas para las comunidades de los alrededores, sino que son un despilfarro de materiales valiosos para reciclaje o reutilización.
La gestión de los residuos una responsabilidad compartida. Es individual, por nuestro rol de consumidores y, por ende, de generadores de residuos. Es pública, porque el Estado es responsable de su gestión y de promover su reutilización, articulando el sistema de limpieza con la recuperación de materiales. Y, cada vez más, es considerada una responsabilidad privada de quienes los manufacturan. En esta línea, la OCDE promueve la Responsabilidad Extendida del Productor sobre el impacto ambiental durante el ciclo de vida completo de los productos. Es decir, más allá del consumo, sobre la recuperación y la reutilización o reciclaje.
En nuestro escenario, la separación en origen es la única opción real para recuperar los residuos y reinsertarlos en el sistema productivo. Porque una vez que los residuos se mezclan en la bolsa, pierden su valor. Con la clasicación, en cambio, se estima que se puede recuperar hasta un 40% de los residuos para reciclado o reutilización.
Recuperar residuos es evitar la tala de nuevos árboles, ahorrar agua potable, energía y otros recursos naturales que se utilizan para la producción de los materiales. Es cambiar la cultura de usar y tirar, y pensar siempre en la segunda oportunidad.
En el próximo post, les resumiré cómo separar la basura en casa. Prometo ser realista en relación a las posibilidades con las que contamos en nuestro país. Realista, pero optimista.
¡Hasta la próxima!
Marian