Por: María Ana Ventura
Esa etiqueta con un arco iris de colores y letras que vino pegada a tu heladera no es decorativa. De hecho, es lo más útil para decidir qué aparato llevar a casa, basándote en la cantidad de energía que va a consumir y, por ende, su impacto ambiental.
El etiquetado de eficiencia energética es un sistema de clasificación de los equipos y artefactos eléctricos que te permite conocer la eficiencia en el uso de energía durante su funcionamiento. En muchos casos, es una obligación del productor incluirla.
Te sirve para tomar una decisión de consumo responsable. No se trata solo de la economía de tu hogar, sino de algo mucho más grande: porque al consumir energía generás emisiones de CO2, de dióxido de azufre, óxido de nitrógeno, partículas y otros gases tóxicos y aerosoles que contribuyen al calentamiento global.
Cómo leer las etiquetas de eficiencia energética
La eficiencia energética de los artefactos eléctricos se clasifica en 7 categorías, representadas por letras, desde la A hasta la G. La A es la más eficiente.
- A: consumen aproximadamente un 50% menos de energía que los que presentan un consumo medio.
- B: consumen entre el 50% y el 25% menos que los que presentan un consumo medio.
- C: consumen entre el 25% y el 10% menos que los que presentan un consumo medio.
- D y E: se considera que tienen un consumo medio.
- F: consumen entre el 10% y el 25% más que los que presentan un consumo medio.
- G: consumen un 25% más que los que presentan un consumo medio.
¿A qué categoría pertenecen tus electrodomésticos?
Hasta la próxima,
Marian
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