Su Santidad se maneja con categorías de pensamiento político que son un marco muy superior a la coyuntura. Son valores morales expresados prácticamente a través de la política. Por eso es esperanza.
Francisco no maneja “soluciones” sino ideas amparadas en la fe. Por lo tanto, acercarse a él buscando el afiche de promoción no sirve. Es inoperante y lo perjudica.
La dirigencia política nacional, carente de ideas porque carece de valores, no debe forzar respuestas de Francisco sino recoger su autoridad.
“Llego a Roma para escucharlo”, le confesó Obama.
No hay en el debate nacional un análisis profundo del “hecho Francisco” y no parece que vayamos a tenerlo, lamentablemente.
Lo que si tenemos y en abundancia son sobreactuaciones que, me temo, se irán agravando a medida que llegue el 2015.
Sobreactuamos la foto y sobreactuamos la no foto. Nada más. Continuar leyendo