Pérdidas y Ganancias

#Psico+40

La sociedad suele idealizar la etapa de la juventud como si fuese un edén sin sufrimiento. Sin embargo esto es apenas una ilusión. Los adolescentes y los jóvenes sufren muchos duelos. Es una etapa de inseguridad, de tomar muchas decisiones, de aprender a conocerse, a sentirse cómodo con un cuerpo en cambio permanente, a aprender a relacionarse…  es una  etapa de grandes cambios y pérdidas, en la que se realizan muchos duelos. Y en este sentido tiene muchos puntos en común con la vejez…

El duelo es un proceso psicológico que se produce no sólo cuando perdemos a una persona sino también cuando perdemos algo que es valioso para nosotros: la infancia, la libertad, la inocencia, el trabajo, la belleza…

Los duelos se realizan desde que nacemos hasta el último día de nuestra vida… perdemos vínculos, atributos, lugares, roles, capacidades, pertenencias materiales y ganamos otros vínculos, roles, atributos, capacidades…

Creemos (prejuiciosamente) que la vejez es la etapa de las pérdidas. Pero la vida es una sucesión de pérdidas y ganancias.  Esta es una idea que difundió un gran investigador que se llamaba Paul Baltes. El pensaba que el desarrollo dura toda la vida. En otras épocas se pensaba que el desarrollo de una persona alcanzaba su cénit hacia los 30 años, ese era el punto más alto y luego venía una pendiente. Esto no es así desde el punto de vista psicológico:  las personas podemos desarrollarnos, crecer,  aprender a lo largo de toda la vida.

Es decir que con la edad podemos volvernos mas inteligentes, mas flexibles, mas interesantes…y hasta sabios. Con trabajo, por supuesto, no hay magia.

¿Conocés gente que con el paso del tiempo se volvió mas inteligente e interesante? ¿Y otras personas que con los años sólo se volvieron más necias, soberbias y pareciera que no aprendieron nada?

La edad cronológica por sí sola te ayuda a cumplir años no a ser más sabio, inteligente o comprensivo.

Si vos tenes mas de 40 años, ya sabés que en la vida cuando se te acomoda una cosa se te desacomoda otra. Te va bien con la familia y aparecen los problemas de trabajo, te va bien con el dinero y aparecen temas de salud, encontraste el amor y se te desacomodó la relación con tus hijos.

No es posible la completitud…ganás en una dirección y perdés en otra. Hay que aprender a vivir en este carrousel de pérdidas y ganancias. El curso de la vida requiere flexibilidad emocional y mental. Y bancarse atravesar los duelos, vivirlos, para seguir construyendo.

¿Sabías que la gente mayor se divierte más de lo que declara? Disfrutan de los viajes, los grupos, los cursos, comen todo lo que el médico les prohíbe…

Me acuerdo de una mujer que formaba parte de un grupo de teatro y me contó que vivió con una abuela “castradora” según sus propias palabras, porque sus padres habían fallecido muy jóvenes.

Luego se casó con un hombre al que tuvo que atender mucho y no era un compañero, un par. No tuvo un buen matrimonio, en esa época era impensable el divorcio.  Esta mujer había comenzado a estudiar teatro después de enviudar, a los 60 y pico de años. Ella decía que a partir de los 60 años estaba viviendo la adolescencia que nunca tuvo. Disfrutaba lo que no había conocido en su momento porque no la dejaron hacer.

Me impactó mucho su relato, yo nunca había pensado en tanta gente que no tuvo adolescencia.  Ella decía que cuando fue mayor pudo empezar a elegir,  a disfrutar, a saldar cuentas con su propia historia.

La idea de adolescencia es una construcción de nuestra sociedad que apareció después de la Segunda Guerra Mundial. Antes, los niños pasaban de la infancia a la adultez en 5 minutos:  se ponían los pantalones largos y salían a trabajar a los 14 o 15 años, empezaba la responsabilidad, no había tiempo para la indecisión o la indefinición.

Si ya sé, ahora pareciera que la adolescencia es interminable…tema que da para otra nota.

Tenemos que prepararnos para cambiar nuestras concepciones arcaicas, negativas  y prejuiciosas de lo que significa envejecer, poniendo el acento en todas las adquisiciones, ganancias y aprendizajes que logramos a lo largo del ciclo vital.

El desafío es desde el punto de vista psicológico trabajar para transformarnos en la persona que siempre quisimos ser… Cada vez ir pareciéndonos más a la persona que siempre quisimos ser…

Empecemos a mirar el paso del tiempo desde un punto de vista positivo.

Te invito a pensar qué ganaste con el paso del tiempo… ¿Te animás a compartirlo con nosotros en este blog?