Ya vimos que las personas a partir de la mediana edad suelen quejarse del funcionamiento de su memoria.
También hablamos de la cognición que es mas amplia que la memoria.
Sin embargo prestamos poca atención a las funciones ejecutivas que son claves en el desenvolvimiento autónomo y eficaz en la vida cotidiana.
Las personas mayores de 50 ( y los de 40 también no se hagan los vivos!!) que vivimos solos o con familia , aún estando sanos podemos tener dificultades o variaciones en el rendimiento cotidiano, producto del stress laboral que vivimos, de los avatares que implica el diario vivir, de la atención dividida entre el trabajo, la familia, el celular, los mensajes de texto y de chat , mas las interferencias que sufrimos por nuestra afectividad conmocionada con el ritmo actual de vida.
Que son las funciones ejecutivas?
Este término se refiere a las capacidades implicadas en la formulación de metas, la planificación para lograrlas y los pasos para llevar a cabo tus objetivos de un modo eficaz.
Vamos a ir desglosando de a poco:
Para formular metas tengo que tener iniciativa: que es la capacidad de proponerte algo, quizás un desafío, o un cambio de conducta, empezar una acción, iniciar algo por primera vez. Me refiero por ejemplo a: organizar un viaje, un cumpleaños, emprender un negocio, etc.
Podemos expresar deseos: cómo me gustaría hacer un viaje…una fiesta…poner un negocio…pero llevarlo a cabo es difícil, porque tenes que poder pensar cuáles son los pasos para lograrlo y además de pensar tenes que hacerlo. Para ello necesitas una capacidad cognitiva que es la categorización: categorizar es ordenar y organizar según una lógica.
Esta función la usas naturalmente cuando haces una lista para ir de compras al supermercado: anotas lácteos, limpieza, perfumería…También cuando tenes que ordenar o clasificar papeles, fotos, los estantes de la cocina , tu colección de cd o de libros.
Que es planificar? Es la capacidad que nos permite organizar conforme a un determinado plan. Implica no perder de vista mis objetivos y poder cumplirlos sin distraerme.
Por ejemplo: tengo sólo unos minutos… estoy llegando justo al trabajo…me acuerdo que tengo que levantar una dirección que figura en un mail…podré no engancharme a revisar otros mails y sólo levantar la información que necesito?
Aquí entra también en juego la función inhibitoria: debo enfocarme y no distraerme, no irme por las ramas para no llegar tarde y cumplir con mis metas u objetivos.
Esta capacidad de planificar, no distraerte, no perder de vista tus objetivos porque tenes que manejarte dentro de un horario para que no se te vaya el día sin cumplir con lo que te habías propuesto, es la tarea de nuestro cerebro ejecutivo.
Algunos autores llaman a las funciones ejecutivas o a nuestro cerebro ejecutivo“el director de orquesta”, porque es el organizador de nuestras funciones superiores para cumplir con el fin que nos propusimos.
Recordá que:
Planificar : es pensar antes de actuar. La antítesis de la planificación es la impulsividad. Ejecutar: es llevar a cabo acciones e intentar cumplir con lo que uno se ha propuesto, no irte por las ramas…
La impulsividad afecta de forma significativa al discurso: la persona habla, se va por las ramas, no recuerda que quería decir o cuál era el objetivo final de su intervención en la conversación.
Cuando me preguntan algo, ¿puedo contestar puntualmente la pregunta que me formulan?
Me voy por las ramas…puedo darme cuenta? ¿puedo frenar? ¿retomar y cerrar una conversación?
Cuando te sentás en la computadora y aparece un mail que dice: ”importante no dejes de leerlo” , “difundir” , “no cortes la cadena”, “todos tenemos que leerlo”…podes sustraerte a estos llamados para seguir haciendo lo que tenías que hacer? O te sentás en la computadora para hacer algo y de pronto una hora después te preguntas ¿cómo llegué hasta acá? Yo que iba a hacer?… Si yo venía a hacer tal cosa…
Esa es la función inhibitoria: poder inhibir un comportamiento, una conducta, una opinión, un chiste, que por alguna razón en determinado contexto, no es pertinente.
Muchas veces pensamos como Groucho Marx “ He pasado una noche absolutamente maravillosa. Pero no ha sido esta.” Muchas veces no decimos lo que pensamos porque preferimos cuidar el vínculo a decir la verdad, toda la verdad y nada mas que la verdad.
Si una amiga muy querida te pregunta: ¿cómo estoy? Y vos te das cuenta que el traje de madrina que se hizo para el casamiento de su hijo es demasiado plateado y la hace parecer un marciano que baja de una nave espacial…cómo le decís que no la favorece?
Supongamos que tu doctor se fue de vacaciones y dejó en su remplazo un bombón de ojos azules que es impactante…le decís: doctor que fuerte que estás?
Si vas a la casa de tu suegra, o tu nuera, o tu hermana y te sentás en la cocina a tomar algo y ves que está todo sucio…que decís? No voy a tomar si no me lavo la taza o gracias no tengo sed?
Lo que digas o calles, cómo lo digas, será en función del cuidado que tengas por la relación con el otro…entonces te la vas a arreglar para decir las cosas con la mayor delicadeza posible: pensando y eligiendo las palabras, controlando tu impulsividad.
Hace un tiempo me regalaron una blusa con mangas murciélago que era muy bonita, la verdad no me quedaba bien… cuando le pregunté a mi hija qué le parecía me dijo: “pareces una vaca a punto de volar”.
Me quedaron 2 cosas bien claras: me hacía gorda y además aprendí que pocos vínculos resisten tanta sinceridad!
Son pocos los vínculos irrompibles, que resisten que digas o hagas cualquier cosa.
Las investigaciones coinciden en que producto del envejecimiento,disminuye la función inhibitoria, no nos dicen cuál es la razón.
Será que las personas a medida que envejecen creen que tiene el derecho de decir lo que quieren, como se les cante? Se permiten decir cosas que antes reprimían? Están menos pendiente de la opinión de los demás? Puede ser…
Planificar, organizar, proponerte pasos, cumplir pequeños objetivos, tomar conciencia, inhibir comportamientos no pertinentes, darte cuenta del contexto en el que estas, controlar la impulsividad, tener iniciativa, manejar tu agenda…
La cognición es más que la memoria, todo lo que hoy compartimos te permite seguir siendo independiente, viviendo solo, administrando tu tiempo, tu salud, tu dinero…y ser dueño de tus palabras y tu silencio.