Cinco modos de decir NO

#Psico+40

Hemos tenido un comienzo intenso del 2015 con las notas de nuestro blog, con esta nota te propongo que nos tomemos un pequeño recreo. Veremos que sale…

Hace algunos años conocí a Olga una médica pediatra muy buena, a la que recurría para consultas de urgencia los fines de semana. Una excelente médica, interesante mujer y con un excelente criterio como médica.

Algunas veces hablábamos de su madre: una mujer que tuvo 5 hijos y nunca se levantó de noche para atenderlos , ése era el trabajo que le correspondía al padre.

Su madre vivió mas de 90 años. Era una mujer inteligente, pensaba que las mujeres debíamos aprender a decir LOS 5 NO:

NO SE

NO PUEDO

NO QUIERO

NO ME GUSTA

NO HAGO POR MIEDO

 

Si podemos decir no sé, le damos lugar a alguien que quizás pueda saber  y nos ayude.

A muchas personas les cuesta decir no puedo y no quiero.

Decir no quiero es un poco mas difícil porque a veces podemos…pero realmente no queremos. Y decimos y hacemos preocupados por lo que el otro va a pensar, a decir, de nosotros, por miedo a que nos retire su amor.

Si podemos decir no quiero, no me gusta, no puedo, no nos veríamos enredados en situaciones que después nos llenan de enojo y bronca con nosotros mismos.

Si podemos decir me da miedo, tenemos la posibilidad de encontrar alguien que nos diga: te acompaño, te ayudo.

La mamá de Olga decía “me da miedo” y nunca iba sola al médico, alguien la acompañaba siempre.

Si ya sé, te hablo de las mujeres… porque a  la mayoría femenina le cuesta decir no, se sobrecarga de temas personales, familiares y de trabajo.

El “qué dirán” y el «qué pensarán de mí», nos hace muchas veces aceptar, hacernos cargo, decir que sí cuando en realidad sería más saludable para nosotros poder decir no.

Si decimos “sí” cuando en realidad queremos decir “no”

estamos desoyendo nuestras propias necesidades.

Poder decir que no, cuando queremos decir que no, podemos o no queremos, es liberador.

Y por otra parte nos saca del lugar de víctima.

Viste que hoy cualquiera te dice: “no te victimices”…vivimos en una sociedad que no soporta a las personas que tienen esta conducta.

La persona que se victimiza, ve el lado negativo de cualquier situación que se le presenta, rechaza mostrarse feliz ante los demás, disfruta de contar sus tragedias o dramas, todo es visto como un drama o una tragedia, busca preocupar y bajar el  ánimo de la persona que la escucha, no le interesa encontrar soluciones a los problemas de los que se halla víctima. Siente que la vida fue injusta con ella, que nació para sufrir, que nunca será feliz. La persona que se victimiza cae en la autocompasión y la lástima, quien se relaciona con una persona así, termina agotado, sin ganas de reencontrarse.

En fin entre un bolero y un tango. Como el tango  “Tarde” de José Canet (1947)

Tarde

“Y aunque quiera quererte ya no puedo,
porque dentro del alma tengo miedo.
Tengo miedo que se vuelva a repetir
la comedia que me ha hundido en el sufrir.
¡Todo te lo di!…
¡Todo lo perdí!…
Siempre puse el alma entera,
de cualquier manera,
soportando afrentas
y al final de cuentas
me quedé sin fe.”

y claro en 1947 se veían las cosas de otra manera…

PD: Si lo vas a poner en práctica , que no sean todos los no juntos,para que no parezca un piquete. De a uno, despacito, piano, piano…

Este año 2015 buscanos en facebook:  JJ Psicogerontología Integrada. Los invito a sumarse con un “me gusta” y a compartirla.