El Museo del Holocausto de Buenos Aires cumple 21 años. Y como para los 20 no hicieron nada, decidieron no quedarse con los brazos cruzados para los 21. Y sabés qué hicieron? Abrieron los brazos y se pusieron a pintar. No, no, ellos no, los que se pusieron a pintar fueron varios sobrevivientes de la Shoá que fueron invitados para la ocasión.