La cosa es así: venía de hacerle una nota a La Oreja y Juan Pablo Papaleo, el entrevistado me dice: “y si esta vez hacemos al revés y el entrevistado sos vos?”. La verdad es que mal no me venía porque estaba lleno de laburo así que me senté, me relajé y dejé que Juan Pablo haga su trabajo. O mejor dicho, el mío.