Por: Alejandro Soifer
Hace unos días leí un post acerca de “por qué los geeks y nerds gustan del sexo pervertido”.
La idea en sí misma me pareció extraña: ¿por qué habríamos de gustar de una sexualidad particular? El artículo decía que muchos nerds y geeks fantasean con cosplays (obvio) pero también que el imaginario bondage, S&M y hasta furry también suelen hacerse presentes a la hora de que el nerd vaya a la cama. En mi libro (Que la fuerza te acompañe) cuento dos anécdotas en este sentido: un debut sexual que incluyó tiradas de dados de Rol y un casamiento con los novios vestidos como personajes de Star Wars, pero más allá de eso, la verdad es que nunca me pregunté demasiado acerca del sexo nerd.
Claro, el nerd ha sabido ser un sujeto rezagado socialmente que en la mayoría de los casos ha tenido una vida sexual pobre tirando a inexistente. Cuando yo tenía 15, 16, 17 años, ser nerd no estaba de moda ni era algo bien visto socialmente, no daba ningún grado de distinción positiva y nos relegaba a los de nuestra especie a la soledad (de aquellos años recuerdo como escena más extrema a dos muy bellas jóvenes entrando a una comiquería en la Bond Street y preguntándole a la vendedora si tenía “juegos de rol de sexo”). Cuando comencé a investigar acerca de “mi gente”, los nerds, la explosión del nerdismo recién estaba llegando a la Argentina y entonces todavía no era tan comprobable lo que en otras costas ya se sabía de sobre: “Geek is the new sexy”.
¿Por qué ser nerd hoy en día es seductor? En una época donde la sobreabundancia de medios de comunicación y su necesidad de contenidos le confieren un Power-Up al conocimiento, el nerd que es básicamente un híperespecializado en los residuos de la cultura pop masiva tiene un lugar de privilegio en el ecosistema comunicativo. El nerd, el geek de estos días con su conocimiento e imaginación, su forma de relacionarse con ese conocimiento es el perfecto sujeto de esta época: la enciclopedia ambulante que tiene esos datos que la gente por lo general desconoce. Y además, este conocimiento y la imaginación macerada por años de vivir en mundos imaginarios le confieren al nerd o más bien al geek actual, una cierta posibilidad expresiva distintiva: tiene la comunicación en redes sociales (la comunicación actual) mucho más fluida y cómoda. Estuvimos ahí desde el comienzo y para nosotros no es nuevo comunicarnos mediante chats y pantallas. Ni que hablar que el nerd por lo general tiene mayor facilidad para comunicarse mediante la palabra escrita que mediante el chamuyo IRL (In Real Life).
El nerd es el nuevo sexy porque conoce mejor que nadie lo que está pasando en la cultura masiva actual: entiende las referencias, genera los memes, conoce los mejores y más oscuros videos de YouTube y tiene un torrente de información “inyecatada a las venas” como si los feeds viajaran por nuestro sistema nervioso al modo en el que la gente se conecta a la Matrix en la película.
El nerd es el nuevo macho Alfa en una sociedad que se ha volcado a la comunicación y a la generación de los contenidos necesarios para que esa comunicación fluya.