¡Esta hinchada se merece ser campeón!

#LaAcadé

Nos juntamos con motivo del festejo del nacimiento del Primer Grande (110 años) y lo celebramos como se debe con una fiesta inolvidable. Esas que quedan grabadas a fuego. Arrancó el domingo en el Cilindro donde esperamos que se hagan las 12 para ser los primeros en saludar al anfitrión, ese que es el dueño de nuestro corazón. Y siguió. Porque sentimos que era poco. El lunes por la tarde partió una caravana desde Avellaneda que derivó en un multitudinario banderazo en Plaza de Mayo y que culminó horas más tarde con una movilización hacia el Obelisco. Gigantes.

El lunes por la tarde un centenar de hinchas, autoconvocados a través de las redes sociales, se reunieron en la Sede de Avellaneda para luego partir en caravana. La cual se paseó por toda la Avenida Mitre, cruzó el puente Pueyrredon y se dirigió a Plaza de Mayo, donde se unió a otra masa de simpatizantes que ya se encontraban en el lugar. Se unieron. Y bajaron el cielo a tierra. Con banderas, bombos, petardos y mucho aliento hicieron temblar el centro porteño. Ni la lluvia los paró, que ya por ese entonces era torrencial. Al contrario los entonó aun más. Y fueron por el mítico monumento porteño. Los atónitos lugareños de los edificios miraban la interminable columna de racinguistas que se desplazaban por Diagonal Norte. Algunos se sumaron al festejo arrojando papeles de las ventanas. Cuando llegaron al Obelisco lo transformaron en el mástil del Estadio Presidente Perón. Una pasión inexplicable, una celebración inolvidable y en paz. Sin ningún tipo de incidentes.

La hinchada que se banco una quiebra, un descenso, a una vieja loca que dijo que su club dejó de existir, la que llenó su cancha y su equipo no jugó, la que defendió del remate su sede. La que llenó dos canchas en un mismo día. La que en las malas no se borra como otras. Esa misma volvió a dar una muestra de grandeza. Esta vez no se debe pasar de largo el mensaje que bajó la Nº1 de Argentina ¡Dirigentes, teléfono! El club económicamente esta bien. En lo deportivo se mejoró muchísimo. Es hora de que todas las patas de la mesa estén firmes para darles algo a cambio porque nuevamente quedo demostrado que ¡Esta hinchada se merece ser campeón!