Recuerdos de mis Viajes por Cuba
En el aeropuerto rodeado de bártulos estaba listo para mi primer viaje a Cuba. Invitado a participar de la FIT Cuba -Feria Internacional de Turismo- en mis oídos martillaban los sonidos de la salsa… que música… que ritmo… que maravilla. Me iba hartar de escucharla justamente en el país que le dio origen, principalmente “el Son” melodía originaria de Cuba.
Primer visita a este país y a un país tropical, tierra caliente, que quemaría mis pies y mis oídos. Ya en pleno vuelo quise escuchar y no estaba seleccionada. En el aire y a 12.000 mil pies de altura mucho no podía pretender, pero igual tuvimos jaleo. El capitán de la aeronave se ocupó de ello. Para arriba, para abajo, a los costados y la aeronave de Cubana de Aviación nos dio clases de salsa. 1, 2, 3 arriba 5, 6 ,7 abajo y las corridas al baño se sucedían. El correteo por el pasillo era incesante. Pero, mi desquite seria en tierra firme.
Pise suelo Cubano, muy tarde, cansado muy cansado, aduana, papelerío, reparto de habitaciones, inspeccionar el lugar. Pero ya estaba allí. La Habana, Hotel Meliá Cohiba, 5 estrellas y mi habitación muy cerquita del cielo. A mis pies el pueblo Cubano, La inmensidad de la noche y las luces que titilaba por todos lados. Un Etiqueta Negra – mucho hielo – bien “On de rock”, como invitando a bailar, no aguante más y busque en mi radio transoceánica, me devore el dial, busque Salsa… ¿Qué es? Brillaba por su ausencia.
Los primeros rayos de sol me despertaron. Amanecer en el caribe, el azul del mar, piso 18 casi tocaba el cielo con las manos y frente al gran ventanal el sol que se quitaba la modorra y buscaba altura para recalentarnos. Trópico querido. Por fin. Quiero embeberme en tu clima, tus habitantes, tus mujeres y por supuesto tu música.
Repasaba todos los interpretes mentalmente y todos sus temas y me imaginaba todo lo nuevo que iba escuchar. Ataque nuevamente el dial de mi radio y nada. Que buena costumbre de escuchar las radio que escucha el pueblo y así conocer su expresión y la música que cada uno elige. También la alegría mañanera de las radios del trópico que entre tema y tema no paran de reírse y hacer chistes al aire tratando de quitarles la modorra a sus oyentes – Sorpresa – otro tipo de música. No escuchaba lo bongos, tumbadoras, y timbaletas, con bronces y saxos de un ritmo enloquecedor. Unos tibios palitos – la clave Cubana – y otra música. Cualquier otra…
Comencé mis actividades de visitas relacionadas con el Turismo. Y llego el inicio de la Feria Internacional. Y en la apertura musical una maravillosa orquesta y cantantes más maravillosas interpretaron la más maravillosamente Misa Cubana. Muy lindo muy cultural pero no es lo que vine a escuchar, no son raíces africanas, no es el llamado de la tierra, no son los “Sones” Cubanos. Y pensaba. Será que la Salsa no es Turismo ¿?
En mi caso cada vez que escuche su música, soñé con visitar esta tierra, soñé con paseos por su malecón, escuchar el “run run” de sus palmeras agitadas por el viento. Y el movimiento de caderas de sus mujeres. Mi música como te extraño. Pero siempre hay revancha. Y el segundo día un grupo de pequeños y adolescentes, niñas y niños hicieron explotar el auditorio. Por Fin, para ellos el “Son “, retumbe de cueros y madera y las voces de niños que hicieron bailar a la audiencia.
Reconocí al pueblo cubano, el que vine a conocer, el que entre silla y silla no podían controlar sus pies y sus caderas comenzaron a marcar el compás de las Tamboras, la alegría nos invadió por un buen rato. Bienvenida la música. Bienvenida Cuba, que también es Turismo. El mundo entero reconoce a Cuba por su Música. Conoce sus paisajes y el sentir de su pueblo a través de sus letras. Cuba no abandones tu música. Que el mundo se mueve y lo baila a tu ritmo.
Hice una lectura en ese momento de la situación, que no puedo afirmar que sea acertada pero que a mí personalmente me convenció. En el mundo hay dos tipos, por lo menos bien diferenciadas. Una es la que se escucha fuera de Cuba, distintos autores e intérpretes, pero que no dejan de nombrarla. La otra es la que se escucha dentro de Cuba. Los oídos de los Turistas están acostumbrados a la primera y cuando visitamos Cuba nos cuesta adaptarnos. Reconocemos su melodía… no sus letras. Sería muy interesante si los intérpretes Cubanos conocieran los temas del resto del Mundo. Esos que los Turistas escuchamos y refrescar los suyos con nuevas temáticas. Reclamamos ese derecho de escuchar nuestros temas preferidos por los creadores de ese endiablado ritmo.
Un párrafo aparte para sus músicos, de la nada sacan sonidos, con un gusto y sabor especial, apenas mueven sus manos hasta para hablar y ya están haciendo música. Algo muy particular, me llamo la atención el sonido del bongo tan especial y consulte por sus cueros. Mi asombro… No era cuero, era el material con el que se hacen las radiografías. Cuando hay poco cuero el ingenio lo suplanta.
Los Periodistas Internacionales visitamos el territorio Cubano de norte a Sur y en cada ciudad nos dieron la bienvenida con música, guajiras y bailes rurales. Y así recorrimos más de 1200 km. de esta tierra caliente. Un mojito -Trago típico Cubano – y los sonidos de Guantanamera. Guajira Guantanam… Sí. Hasta el cansancio. Pero muy agradable. Nada mejor para el visitante, que te reciban con buenos trago, música, comidas… Guajira Guantan…
En los dos grandes shows que presencie Tropicana y el Habana Café me falto salsa a la que temerariamente llamaría moderna, escuchamos música de hace 50 años muy buena, muy bien ejecutada. La mujer Cubana…un mimbre. Elástica, toda sensualidad.
Esta realidad permite también que la juventud cubana, hoy baile el “Reggaetón”, música pegadiza, que permite que la mujer se luzca moviendo sus caderas y ofreciéndosela a su compañero de baile. Lejos esta del Son, el caballero tiene la preferencia de manejar la situación, guiando, haciendo girar y mostrando delicadamente a la mujer para que se luzca.
Ausente el baile del “Casino”, ajustada técnica de baile de varias parejas que realmente está cerca de la acrobacia, sincronizado con maravillosos y sensuales movimientos. Esta es su tierra creadora, nació en el Casino deportivo de la Habana. Es un baile de Lenguaje de reconocimiento corporal.
Mi asombro máximo fue que vi a dos muy buenos bailarines dos Periodistas, un Jovencito Alemán que dio Cátedra y un Periodista Italiano que me maravillo con su destreza y alegría que no es más que lo que transmite esta música…
No es una queja, es un tibio reclamo de un turista más, que no es músico ni experto en baile, solamente tiene su gusto. La música te identifica, te gusta o no te gusta y también es Turismo. Cuba para la próxima. “A este manjar ponele más Salsa”.