Caiga quien caiga: un clásico del reggae.

#MoreFyah

Buceando en la sinuosa y apabullante historia del reggae music, es imposible no hallar una de sus piedras preciosas: “The harder they come”, el manifiesto que todo rastaman debe consultar antes de iniciarse en un viaje por los acordes de la música de la isla.

Romper el molde, trasgredir las reglas, caminar fuera de la ley para conseguir lo que une quiere podrían ser las leyendas inscriptas en cada uno de los balazos que dispara Jimmy Cliff en la película que reseña el mensaje del disco, editada en el Reino Unido por el gran difusor de material reggae: el sello Island Records cuando transcurría el año 1972.

Bajo las órdenes de Perry Henzell, el film en cuestión y su correspondiente banda sonora marcaron un quiebre en la historia de la música reggae por dos cuestiones esenciales: En primer lugar, porque la película es un retrato fiel de las vivencias de el pueblo jamaiquino en su tierra y de las exigencias de toda índole que debe superar un cantante del genero para saborear el éxito; En segunda instancia, entra en acción la música: el soundtrack que acompaña el largometraje es una recopilación de canciones pertenecientes a los principales íconos musicales de la isla durante el período comprendido entre 1967 y 1971 en una lista que logró reunir a “The Maytals”, “The Uniques”, “The Ethiopians”, “The Melodians”, “Desmond Dekker” y el propio “Jimmy Cliff”.

Las atractivas melodías de “Rivers Of Babylon”, “Reggae Hit The Town” o el clásico “You Can Get It If You Really Want” sacudieron los oídos de un enorme número de personas en Estados Unidos donde el film llegó a las salas de Nueva York en febrero de 1973. Sin dudas, “The harder they come” introdujo al reggae en nuevos mercados como el americano, entre otras cosas, porque supo capturarlo en todas sus expresiones: variedad de ritmos, diversidad de estilos y letras exóticas que seducían a un público novel a través de un compendio de baladas llenas de sentimientos genuinos, guitarras rockeras más el calor del frenético rocksteady.

Plagado de buenas vibraciones e himnos escritos por el pulso jamaiquino, “The harder they come” fue el álbum del género más vendido hasta la edición de “Legend”, la colección de hits de Bob Marley tras su muerte. De todas formas, el disco dejó un legado inconmensurable: la canción que porta el nombre del material es el tercer tema más versionado en la historia del reggae; “Israelites”, de “Desmond Dekker” fue uno de los primeros hits jamaiquinos en adquirir fama a nivel internacional; Otro de los momentos musicales más influyentes del trabajo es “Rivers of Babylon”, compuesto por “The Melodians”, que, a pesar de tener un alto contenido religioso, supo emplazar al grupo como el principal trío vocal de Jamaica mientras que “The Slickers” supieron encapsular toda la rebeldía de los rudeboys en “Johnny too bad” , herramienta que le permitió instalarse como el título alternativo del film.

La película esta inspirada en la vida de “Rhygin”, un rude boy jamaiquino que alcanzó una popularidad insospechada en Kingston donde se convirtió en un héroe al escribir canciones burlándose de las autoridades luego de cometer varios hechos delictivos que le valieron apodos como “Captain Midnight” o “The Two-Gun Killer”, tras enviar una fotografía suya con dos pistolas a los principales diarios. Perry Henzell supo decodificar esa rebeldía propia de Jamaica para crear a Ivanhoe Martin, el personaje principal interpretado por Jimmy Cliff, un campesino que viaja hacia la capital de la isla para buscar un nuevo rumbo a su vida. La metamorfosis es radical debido a que Ivanhoe se convierte en el clásico rude boy del ghetto jamaiquino que no duda a la hora de apretar el gatillo de su arma con una única finalidad: ser famoso, respetado y temido, claves del estereotipo de una persona reconocida en esa sociedad.

“The Harder they come” es la piedra angular que sostiene la tradición del reggae, un material con absoluta y plena vigencia que aún permite sumergirse en él para explorarlo e investigarlo hasta decodificar nuevas pistas.