Por: Ariel Wolman
Estamos a pocos días del debut de River en un año en el que tenemos la obligación de retomar la ruta de triunfos y títulos. Hasta el momento el nombre más fuerte de refuerzos es sin lugar a dudas Ramón Díaz, que si bien asumió antes de la última fecha, comienza ahora una temporada completa con pretemporada incluida.
El técnico renovó las esperanzas de todos y empezó a transmitir toda su mentalidad ganadora, esa con la que crecimos todos los hinchas de River pero que pareció perdida en los últimos tiempos.
Leonel Vangioni es, para mí, una verdadera incógnita. No lo recuerdo mucho de Newell’s y vi en Youtube que tiene pocos goles pero muy lindos. Veremos si puede adaptarse rápidamente al equipo y que no le pase lo que le sucedió a Ariel Rojas, que empezó con todas las expectativas y luego no pudo demostrar, en el campo de juego, por qué lo fuimos a buscar. De todas maneras el ex Godoy Cruz aún tiene el crédito abierto para mostrar que puede jugar en el club.
Respecto a Iturbe creo que es una gran apuesta y sería un acierto traerlo. Obviamente habría que tratar de que sea por más de 6 meses porque un semestre es muy poco tiempo para adaptarse y demostrar sus condiciones. Más aún si no hizo la pretemporada con el equipo.
Ojalá que pueda llegar el tercer refuerzo, ese enganche que quiere Ramón Díaz. Porque Lanzini tiene un gran futuro pero no hay que cargarle toda la responsabilidad encima. Tal vez en los 90 todos los chicos que entraban brillaban, pero todavía estamos saliendo de una pesadilla y a los más jóvenes hay que apoyarlos.
Finalmente quiero referirme a lo que dijo Hernán Crespo recientemente, eso de que no vino a River porque Passarella no lo llamó. No es mi intención defender al presidente del club porque estoy en contra de muchas decisiones de su gestión. Pero tampoco quiero que ahora todos aprovechen para limpiarse acusándolo a él.
A Crespo lo respeto por lo que hizo en el club durante el tiempo que estuvo. Pero si realmente quiso volver, ¿por qué nunca lo dijo en alguna nota? Si lo hubiera declarado en un medio seguramente hubiera venido, como lo hizo Cavenaghi o el Chori Domínguez. Nunca escuché que dijera que le gustaría regresar. Siempre daba diferentes motivos para explicar por qué no podía ir a River. Ahora que ya se retiró y que es imposible que pueda jugar, sale a decir esto…
¿Entonces? Ya está, mala suerte, no quiso venir, no pudo volver… chau… pero a todos los que están afuera y quieren jugar en River, díganlo, en voz alta, a los medios, levanten la mano. Ningún presidente o técnico debería ser estorbo para que las figuras surgidas del club o que brillaron en nuestro equipo puedan volver (siempre y cuando estén en condiciones y no lo quieran hacer a los 40 para sacarse el gusto luego de facturar durante décadas afuera).
Esto obviamente incluye al Chori y al Cavegol. Y, por supuesto, una partido despedida a lo grande en el Monumental, y a todo trapo, con mi querido Burrito Ortega.
Por un gran 2013
Ariel Wolman
@arielwolman