Tu ineficacia me suena

#VamosLaBanda

Habitualmente suelo escribir la nota del blog el lunes, varias horas después de que termine el partido de River. La idea es no decir nada en caliente. Sin embargo hoy tuve la necesidad de escribir a pocos segundos de terminado el esperado Superclásico. 

Antes del partido sabía que, para ganar, había que meter dos goles, ya que estaba claro que Gigliotti iba a convertir. Con solo ver las estadísticas era evidente que el tipo iba a meter uno, aún teniendo una sola chance de patear al arco.

Dicho y hecho. Salvo la parte en la que nosotros teníamos que meter dos goles. Claro, ¿cómo íbamos a hacerlo si en este campeonato estamos escasos en ese ítem?. Es cierto que pudimos convertir tres en un partido, ante Tigre, pero ese encuentro fue el raro, no los demás.

Basta con ver que en las últimas fechas el goleador fue Mercado, como para tener una idea de la situación que estamos viviendo. Lamentablemente ya no tenemos más el “chivo expiatorio” a quien acusarle de nuestros males, Rogelio Funes Mori… Hoy debemos hacernos cargo de que es más fácil que Barovero saque cuatro pelotas seguidas que uno de los nuestros convierta en el arco contrario.

Sabiendo lo que nos cuesta meter un gol una buena idea hubiera sido intentar llevarnos al equipo contrario por delante y así generar 50 llegadas. Supongo que así tal vez una o dos pelotas, al menos de casualidad, podrían haber entrado. Pero si llegamos poco, obviamente tendremos menos chances.

Jugamos mejor que ellos casi todo el partido, tuvimos más posesión de gol, somos más lindos y nos queda mejor la ropa… pero ellos clavaron uno, hicieron el tiempo que pudieron y negocio cerrado. A cantarle a Gardel, como se dice desde hace mil años.

Rescato del partido la buena actuación de Teo. Lo trajimos como 9 y él ya se encargó de decir que no siente esa posición. Chau FM, chau Luna, chau Trezeguet. Para meter los goles nos quedan Mora y lo que puedan hacer dos pibes de quinta división, Andrada y Simeone. ¿Otra vez voy a hablar de esto?… No… me cansé, ya ,lo dije acá y acá, entre otras tantas veces.

Ganarle a Boca no era salvar el año. Para eso tendríamos que ganar la Copa y ya con chances casi nulas el campeonato. Pero son esos partidos que tenés que salir victorioso por los hinchas, los que el lunes -además de lo duro de ser lunes-, nos tenemos que comer la gastada de todos los otros. Si festejan los empates, imagínense cómo se ponen cuando ganan…

Estoy a días de cumplir 40 años y ya aprendí algunas cosas. Ya no me engancho más con las previas… las notas a los jugadores, técnicos y viejas glorias antes de los superclásicos. Solo me importan los partidos. Con lo cual, bajo el nivel de ansiedad previo. Ahora solo me queda aprender a no hacerme tanta mala sangre cuando mi equipo pierde y hasta cuando gana jugando mal.

No voy a hacer un análisis de los jugadores, de cómo jugó cada uno, etc. Que eso lo hagan los entendidos y/o los imparciales. Yo me quedo con la imagen de un River tibio que “si ganamos mejor”. Yo no quiero eso, no lo acepto.

Vi a River ganando muchos campeonatos. La mayoría jugando bien y muy bien. Pero claro, teníamos ventaja. Contábamos con los mejores jugadores. En mis 40 años vi a Alonso, Kempes, Francéscoli, Ramón Díaz, Passarella (como defensor eh!), Ortega, Fillol, Gallego, Ruggeri, Salas, Luque, Crespo, Mascherano, Hector Enrique, Aimar, Alzamendi, Saviola, Dalessandro,  Cavenaghi, Lucho González, etc, etc, etc.

Hoy, sin ofender, tenemos un plantel que no le saca muchas ventajas a los rivales. Sí contamos con el técnico más ganador, pero su “vamos, vamos” no convierte a la calabaza en carroza.

Ahora nos queda pelear por la Copa Sudamericana para tenerminar el año con una linda vuelta olímpica. Y, la ganemos o no, tenemos la obligación de replantearnos qué estuvimos haciendo mal en estos últimos 10 años. Para que no nos vuelva a pasar nunca más.

Ariel Wolman
@arielwolman