Made in Holanda: Blues de los campos de tulipanes

#RockN'World

Aprovechando la coronación de Máxima como reina de los Países Bajos, nos subimos a esta especie de holandización que vive gran parte del país, (aunque claramente está en su fase descendente), para demostrar que Holanda es mucho más que tulipanes, faso y mujeres de vida licenciosa. Obviamente que en historia, pintura, literatura, cine y cualquier otro aspecto, esa simplista y prejuiciosa calificación queda corta. Pero en lo referido a música, ¿cuántas bandas holandesas conocemos? Focus, quizá la única y más famosa. Es por eso que sumaremos un nuevo nombre a esa cortísima lista: el blusero Hans Theessink.

Hans Theessink es una rara avis dentro del blues. No porque sea holandés y toque la música de B.B. King, (porque no existe país en el mundo donde no se toque el blues), sino porque se especializa en el Delta Blues, quizá el subgénero más puro y el que más contacto tiene con los orígenes y las raíces de la música estadounidense. Si quisiéramos hacer una analogía, sería como si un sueco tocara milongas y cantara sobre los arrabales de Buenos Aires. No quiere decir que no exista, sólo que no es muy común.

Hans Theessink nació el 5 de abril de 1948 en Enschede, Holanda y tuvo su primer encuentro con el Blues propiamente dicho en los años sesenta gracias a un programa de radio donde pasaban canciones de Big Bill Broonzy y Leadbelly, ambos bluseros de principio de siglo XX e interpretes paradigmáticos del sonido rural. Ese primer acercamiento al género acabaría por definir a Theessink, quien nunca más se alejaría del camino.

El Delta Blues, nació –si se puede decir que un género musical nace- en los campos algodoneros del sur de Estados Unidos a principios del Siglo XX. Allí, músicos como Robert Johnson, Bukka White, Charley Patton o Son House cantaban sobre amores peligrosos, engaños, viajes y la vida en las plantaciones, delineando un género que se extendería por Chicago y Detroit, luego por todo el país y, eventualmente, en todo el mundo, y que forjó la identidad cultural de Estados Unidos.

 

Theessink comenzó su carrera a fines de los años sesenta. En 1970 vio la luz el EP “Next Morning at Sunrise”, pero su primer larga duración lo lanzaría recién 12 años después. En 1982 debuta con “Cushioned for a Soft Ride”, aunque sin demasiada repercusión. Pero luego de un viaje a Nueva Orléans, el músico holandés se une a Jon Sass, un prestigioso instrumentista de tuba, y lanza “Baby Wants to Boogie” en 1987. Ese álbum, el tercero en su discografía, fue el primero en editarse en Estados Unidos y también el primero en cosechar excelentes críticas. Mismo origen y destino tuvo su siguiente disco, “Johnny & the Devil”, de 1989. Grabado con la colaboración de Sass, el álbum fue también editado en la tierra de la libertad con grandes reseñas por parte de la crítica especializada.

Ya con un nombre hecho, durante la década del noventa y lo que va del nuevo milenio, Theessink se convirtió en una máquina de grabar discos, alcanzando al asombroso número de 19 álbumes en 20 años. Bendecido por músicos de la talla de Bo Didley y Ry Cooder, Theessink ha tocado en festivales de blues tan importantes como el “New Orleans Jazz & Heritage Festival” o el “Chicago Blues Festival”. Entre sus mejores discos podemos recomendar “Call Me”, de 1991 y grabado con la colaboración del gran saxofonista Maceo Parker; “Songs from the Southland”, del 2003 (un homenaje a la música del sur de Estados Unidos) y “Delta Time” de 2012, junto al bluesman norteamericano Terry Evans.

Hans Theessink, quizá como ningún otro músico europeo, ha sabido penetrar en la raíz del blues norteamericano, lográndola traducir y moldear hacia un sonido personal y auténtico. Dueño de una voz grave y envolvente, la guitarra (acústica) de Theessink habla con los silencios, transformando su música casi como en un susurro, ideal para acompañar un viaje por los campos de tulipanes holandeses.

 

Acá les dejo un gran cover del standard “St. James Infirmary” compuesta por Joe Primrose, lanzada en el álbum “Songs From the Southland”. Enjoy!