Por: Noelia Schulz
El bebé se despierta mucho. Hace dos semanas no se despertaba tanto. ¿Tendrá hambre? Me dijeron que el problema es que se duerme en la teta. ¿Y si pruebo darle una mamadera? ¿No tendrá sed? No, tiene calor. Ese pijama le molesta, es muy cerrado. Hace falta ventilar la habitación. ¿El aire acondicionado le hará mal? Debe ser que duerme demasiado de día. ¿No serán los mosquitos? ¡O los moquitos! ¿Será mejor si duerme en pañal? ¿O si lo acostamos de costado? ¿Será mal de ojo? ¿Empacho? ¿Gases? ¿Si le hago bicicleta justo justo antes de acostarlo? ¿Y si probamos bañarlo más tarde? ¿Y si duerme con nosotros? ¿Pero y si lo aplastamos? ¿O se cae de la cama? ¿No serán terrores nocturnos? ¿Y si está asustado porque el otro día escuchó al tío Raúl discutiendo con un cliente y ahora tiene pesadillas con monstruos horribles que tienen la misma cara del tío Raúl, eh? ¿¿¿Tendremos que ver a un especialista???
El bebé quiere teta a cada rato. ¿Se estará quedando con hambre? Seguro, mi mamá tampoco tuvo leche. ¿Y si le damos mamadera? ¿Dormirá más? Sí, yo compro leche. ¿Pero cuál? ¿¿¿Qué maldita marca y qué cantidad??? ¿Y si no quiere la mamadera? ¿Cómo vamos a hacer cuando vuelva a trabajar? Mejor llamo al pediatra ya mismo. Aunque son las tres de la mañana. ¿Y si le damos un tecito? ¿Y si le empiezo a dar papillas? ¿Y si le pongo horarios? ¿Tendremos que dejarlo llorar para que no se malacostumbre?
El bebé está molesto. De nuevo todos los chequeos. Hambre, sed, pañal, gases, calor, frío, gases. ¿Será sueño? ¿Fiebre? ¿Y si llora porque en casa hay mala energía? Debo estar nerviosa por algo y se lo transmito al bebé. ¿¿¿Cómo se hace para tranquilizarse con un bebé llorando??? Ommm Ommmm Ommmm. No funciona. ¿Y si está aburrido? Tal vez lo tengo que sacar a pasear más. ¿Será que lo estimulo poco? Es eso. Mañana le compro uno de esos gimnasios carísimos.
Estas y muchísimas otras preocupaciones (hipérbole más, hipérbole menos) se arremolinan en nuestras cabezas cuando estamos en casa con un bebé en brazos. Todas dudamos.
Hay un dicho que reza En la crianza los días son largos pero los años son cortos. Sin embargo lo más difícil de ser madre primeriza para mí no fue ese día a día. Más bien los cientos de “consejos” que intenté reunir humorísticamente en el comienzo de este post. Opiniones, desaciertos, prejuicios.
Lo mejor que podemos hacer es tomar lo que nos sirve y avanzar. Yo no me perdí nada por oír críticas sin fundamentos. Mi hijo fue bebé una sola vez en la vida y, por suerte, lo disfruté como loca.
¿Y ustedes?