Retroceder nunca, rendirse jamás… Seguramente ese lema, o alguno muy parecido, debe ser el que todos los años impulsa a los directivos de la Major League Soccer (MLS) norteamericana, el equivalente al fútbol en el resto del mundo, a no bajar los brazos y seguir hacia adelante con su sueño de ubicar al torneo que dirigen a la altura de las exitosas NBA (básquetbol), NFL (fútbol americano), NHL (hóckey sobre hielo) y MLB (béisbol).